No hubo sorpresa, Floyd Mayweather Jr. conservó sus títulos mundiales welter y superwelter al derrotar por decisión unánime en 12 rounds al argentino Marcos Maidana, en un combate deslucido y atropellado aquí en Las Vegas.
Al campeón estadounidense Floyd Mayweather Jr. le sobraron recursos defensivos —muchos de ellos no permitidos— y con su gran elusividad pudo nulificar al argentino Marcos Maidana para vencerlo. Pero, le faltó determinación para tratar de agradar a los aficionados y brindar un mejor espectáculo, en un combate accidentado y poco espectacular.
Al retador argentino Maidana le sobraron determinación y coraje, pero le faltaron argumentos boxísticos, inteligencia, para descifrar el estilo complicadísimo del campeón mundial que, sin brillar, le ganó claramente.
No fueron suficientes la combatividad y tenacidad del pampero para vencer a un boxeador que hizo lo mínimo necesario para superarlo, sin importarle “ensuciar” una pelea, con constantes “amarres” y abrazos, pero con una gran rapidez para contragolpear y salirse de zona peligrosa.
Si en el cuarto round parecía que podía producirse la gran sorpresa luego de que Maidana impactó con un par de golpes volados la mandíbula de Mayweather, la posibilidad se fue esfumando paulatinamente conforme transcurrían los episodios, por la limitación técnica del sudamericano que fue bajando la intensidad y ritmo del combate y se desesperó a tal grado que intentó morder un guante del estadounidense.
Mayweather ganó, sin objeciones ni polémica. Esta vez no hubo controversia ni quedaron dudas de su superioridad. Pero, sigue acumulando detractores por la forma tan deslucida como interpreta y ejecuta su boxeo.
Este triunfo del Money no pasará a la historia por su espectacularidad ni brillantez, simplemente quedará marcado en su récord como el triunfo 47 de su carrera —ya está a dos de Rocky Marciano, que se retiró invicto con 49-0— y suma más y más millones de dólares a su cuenta bancaria, convirtiéndolo desde hace tiempo en el boxeador más rico de todos los tiempos.