Miguel Herrera tuvo los arrestos para salvar del descenso a Tijuana el año futbolístico pasado. No sólo eso, lo llevó a ser líder del certamen, aunque no pudo coronar su era con el título.
Esta noche se presenta como un americanista que convocó a su arsenal foráneo: Guido Rodríguez, Cecilio Domínguez, Darwin Quintero, Miguel Samudio, Pablo Aguilar, Agustín Marchesín, Silvio Romero, William da Silva y Mateus Uribe.
El Piojo y su América tendrán enfrente a su antigua escuadra, que acude a esta jornada como el tercer lugar del campeonato.
De hecho, Tijuana (13 puntos) podría desplazar a los azulcrema (16) del segundo puesto del Apertura 2017. Cinco juegos sin perder avalan su peligrosidad.
La convicción del Piojo, pese a los vínculos afectivos, es triunfar en el estadio Caliente, previo a enfrentar los Clásicos contra Cruz Azul, por la Copa MX, y luego al Guadalajara por el torneo de Liga.
Acepta que ya conoce poco al equipo, por los diversos cambios que tuvieron los Xoloitzcuintles.
“Ha cambiado bastante su idea, es otro técnico [Eduardo Coudet], con ideas diferentes, me parece que después de los partidos de inicio se acomodó el equipo y le ha dado buenos resultados”, analiza Herrera.
Los antecedentes históricos auguran que al América le va bien cuando tiene enfrente a los fronterizos: ha ganado seis (cuatro en la Perrera), empatado tres y perdido cuatro en los 13 duelos que han disputado.