Guadalajara.— Hace falta madurez para reírse de los momentos complicados. No se puede entender de otra manera. Los años han dado a Carlos Salcido ese temple. El transcurso del tiempo le ha permitido ver un incidente difícil desde otra perspectiva. No guarda rencores. Y niega cualquier tipo de problema con Néstor de la Torre.

El futbol es una rueda que gira incesantemente. Lleva a sus protagonistas de un lado a otro. A veces arriba. A veces abajo. Por eso, hoy el deporte los ha reencontrado. Futbolista y directivo trabajan ahora para el Guadalajara. Y deben hacerlo sin fricciones, por bien de un equipo que se encuentra en riesgo de descender.

En septiembre de 2010, De la Torre, entonces director de la Comisión de Selecciones Nacionales, hizo pública la suspensión por seis meses de Efraín Juárez y Carlos Vela, así como multa de 50 mil pesos a 11 futbolistas del Tricolor, por organizar una fiesta en el hotel de concentración, en Monterrey, tras un partido amistoso. Uno de ellos era Salcido.

Cuatro años han pasado. La exhibición abierta de los nombres provocó problemas a muchos de ellos. Pero ahora, el nacido en Ocotlán, Jalisco, asegura durante una charla exclusiva con EL UNIVERSAL, que todo ha quedado en el pasado. Que no ha sufrido daño. Y que con Néstor de la Torre no existe problema alguno. Hoy, enfrenta el tema con buen humor. Ríe de él, porque la madurez así se lo permite.

—Te pregunto esto porque sé que eres un tipo frontal. Con Néstor de la Torre ya hubo un antecedente de fricción en la Selección Mexicana, por el incidente de Monterrey, donde quizá se rompió la privacidad del vestidor, se exhibieron nombres y se castigó gente en ese momento...

“Salió mucha gente dañada, ¿no?”

—Sí, salió gente afectada, a lo mejor por...

“Y yo, peor, ¿verdad? Ja, ja, ja”.

—Bueno, qué te puedo decir...

“No, no pasa nada”.

—¿Guardas algún tipo de mal sentimiento por lo sucedido?

“No, hermano. Mira, mucha gente piensa que me dañó de más, ¿no? Equis cosa. Yo he pasado muchísimas cosas. Siempre es lamentable de repente todas esas cosas que suceden, porque son cosas como extra futbol, ¿no? Pero yo no tengo ningún problema con nadie. A veces se habla de más, a veces cuando no sabes la verdad son suposiciones y cosas que alteran demasiado un producto que no es. Soy una persona muy frontal y si yo le tengo que decir algo, voy directamente a la persona y se lo digo. Siempre me he manejado así, siempre soy así. He aguantado muchísima carrilla, hermano, ja, ja, ja. He aguantado de todo y no tengo otra cosa más que reír y seguir el rollo, porque sé que esto es así. Entonces, no puedo decir más nada. Soy una persona muy directa, muy frontal, si hay algo que tengo que decir, voy y se lo digo. No tengo pelos en la lengua, hermano y hasta ahí. Para mí ha quedado algo chido ahí, algo como anécdota y la sigo disfrutando, esa es la realidad, porque me la siguen recordando a cada rato ja, ja”.

—Sin afán de pedir explicaciones, en tu caso específico ¿se habló de más?

“Siempre se habla de más, porque no se sabe la verdad. Siempre se especula. A veces de una cosita se explota, porque a final de cuentas, siempre se habla más de las cosas malas o siempre se explotan más las cosas malas que las positivas o las buenas, ¿no? Entonces, no pasa nada. Ha sido algo... te digo, que queda en eso. Pocas veces he hablado del tema, pero no me daña; ni me va, ni me viene, ni me perjudica, ni nada. Entonces, realmente, a veces, cuando ves todo el explote y todas las cosas, lo mejor es callar y listo. Así lo he hecho, pero también me da risa, entonces qué hacemos ja, ja”.

—Claro, mejor tomarlo con optimismo... Pero cuando ves que quizá a ti no te dañe, pero a tu gente cercana sí, ¿cómo se llega a esa postura tan madura de decir: ‘Para qué voy a explicar algo que no vale la pena’?

“Hermano, si te explicara, me llevaría aquí todo el día. Te voy a tratar de resumir fácil: no me daña, porque tengo dos hijos y la madre de mis hijos la conozco desde sus 15 años, imagínate. Entonces, está segura ella de la persona que tiene en casa. Estoy seguro de lo que yo tengo en casa. Todo lo demás, ha sido... sabes. Y las experiencias, conforme va pasando el tiempo, te vas dando cuenta de lo que es esto también del futbol. Sabes perfectamente lo que es dentro de la cancha, pero poco a poco, con esas cositas, te vas dando cuenta lo que es afuera el futbol también, el papel que juegan ustedes [prensa], la gente, todo el rollo, y a veces no puedes con todo eso. ¿Qué haces? Te callas y listo. Entonces, que disfrute toda la gente, no pasa nada. Yo estoy muy bien”.

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