Pittsburgh.— El ala defensiva de los Steelers de Pittsburgh, Cameron Heyward, manifestó su inconformidad con la NFL, luego de que la Liga decidiera multarlo por emplear las sombras sobre sus mejillas para rendirle un homenaje a su padre.
Octubre es el mes que la NFL emplea para lanzar una campaña de concientización contra el cáncer de mama.
El padre de Heyward, Craig, quien era apodado ‘Cabeza de hierro’, murió en mayo de 2006 tras batallar contra el cáncer.
El lunes pasado, Cameron escribió las palabras ‘Iron Head’ en las sombras de sus mejillas, por lo que la Liga lo multó con 5 mil 787 dólares. Heyward comentó que tratará de apelar la sanción por “violación a la política de uniforme” de la NFL, porque desea mantener esa leyenda en sus mejillas el resto del año.
“Perder a una persona de la forma en que lo hice debido al cáncer... Esto lo hago como parte de la campaña de prevención del cáncer. No creo que sea la gran cosa”, dijo el defensivo al término de la práctica.
Pero la NFL no hace excepciones cuando se trata de la política de uniformes.
El vicepresidente de operaciones de futbol de la NFL, Troy Vincent, le comentó al corredor de los Steelers, DeAngelo Williams, que no podría portar accesorios de color rosa después del mes de octubre. La madre de Williams, Sandra Hill, falleció debido al cáncer de mama en mayo de 2014.
Heyward publicó por medio de sus redes sociales un mensaje a sus seguidores: “Me multaron por honrar, en mis sombras, a mi padre, quien peleó valientemente contra el cáncer. #Nuncaterindas #Elcáncerapesta”.
En el caso de Williams, quien no podrá portar accesorios rosa después de octubre, encontró una mejor forma para rendirle un homenaje a su madre. El corredor decidió regalar 53 mastografías a mujeres en hospitales de Pittsburgh y Charlotte.
El costo de una mastografía para una persona sin seguro médico en Estados Unidos tiene un costo de 190 dólares. DeAngelo decidió que fueran 53, porque era la edad que tenía su madre cuando falleció.
La pérdida de la madre de Williams por el cáncer de pecho se añadió a la de sus cuatro tías, que fallecieron por la misma enfermedad.