La prensa de Nueva Zelanda ha atacado sin misericordia a los All Whites, después de haber sido goleados por la Selección Mexicana, en el duelo de ida por la repesca del Mundial de Brasil 2014.
Articulistas del The New Zealand Herald han coincidido en que la táctica defensiva y la falta de un recambio en el equipo fueron las más importantes falencias que tuvo el cuadro dirigido por Ricki Herbert, a quien por cierto, le auguran que el duelo de vuelta será el último que dirija como técnico de Nueva Zelanda.
El periodista Kris Shannon, mencionó que quizá: “La estrategia pudo ser correcta. Si esperabas al rival o lo presionabas, el resultado podría ser el mismo, pero pudo haber diferencia, si en vez de despejar el balón, hubieras puesto gente que supiera tenerlo, un poco de posesión hubiera cambiado las cosas”.
Para el juego de vuelta se pide que en primer lugar, “el equipo sea agresivo en todo momento”, y que se “comience a pensar en el futuro de la Selección, por lo que hay que alinear a gente más joven”.
Steven Holloway, articulista, mencionó: “El último juego de Herbert al frente de los All Whites debe ser con gente joven en el campo. Debe haber una visión para el futuro, y con estos jugadores en la actualidad, no se puede”, señaló indignado.
Por último, se les preguntó qué debería pasar para que Nueva Zelanda pueda darle la vuelta a México y se coincidió en un milagro:
Shannon propuso: “Sacar a Ryan Nelsen —una de sus estrellas del pasado reciente— de su retiro y que Winston Reid —su capián, lesionado del tobillo antes del duelo de ida— muestre poderes curativos milagrosos. Y aún así, eso no sería suficiente”.
Fue más allá al “bromear”. “Quizá si los cárteles mexicanos tuvieran una apuesta millonaria en contra de su equipo, podría ser...”.
Holloway bromeó con la fama de “fiesteros” que tienen los jugadores del Tri. “Podría pasar que el equipo mexicano tenga una fiesta en grande, con todo y cocaína incluida, así algunos jugadores no pasarían el control antidopaje para el juego de vuelta”.
Se vale soñar.
