El 2017 fue el año en que se clasificó con paz y tranquilidad a la Copa del Mundo de Rusia.
Eso es muy bueno.
Pero también en este año, la Selección Nacional fue eliminada en las semifinales de la Copa de Oro ante... Jamaica.
Aunque llevaba un equipo B, eso es malo.
Además de una participación irregular en la Copa Confederaciones, donde a pesar de quedar en cuarto sitio, se dejaron muchas dudas en el aire.
Así que a grandes rasgos se puede señalar que la Selección Nacional tuvo un año... cumplidor.
Para Juan Carlos Osorio, seleccionador nacional, 2017 ha sido muy bueno, y más por la manera en que lo cerró con los resultados obtenidos en la gira por Europa, donde se jugó en contra de Bélgica y Polonia, equipos que están sembrados dentro de los primeros 10 en el ranking de la FIFA. “Hay muchísimas cosas, no sólo para mejorar como equipo, como grupo, sino también, cómo encarar los juegos y este tipo de partidos, y dentro de eso está también jugar en condición de visitante contra públicos que apoyan su selección y no como normalmente acontece cuando jugamos nuestros partidos amistosos en Estados Unidos, que siempre somos locales. Colectivamente nos llevamos grandes enseñanzas”, dijo el colombiano antes de abordar el avión que lo traería de regreso a México.
2017. El Tri jugó 25 partidos, con marca de 15 ganados, por cinco empates y la misma cantidad de derrotas. En sí, este es uno de los mejores años en lo que a números se refiere en la historia de la Selección Nacional Mexicana.
El 2017 inició con un objetivo principal, clasificar al Mundial lo antes posible, pero en el camino a conseguirlo estaba la participación en la Copa Confederaciones.
El llegar a semifinales era una obligación, y se consiguió, pero las formas en que se hizo no dejó a nadie contento... El regreso de la primera aventura rusa no fue el más alentador, se forjaron dudas.
Sin mucho tiempo para lamentarse, vino la participación en la Copa de Oro, y ahí se volvió a tropezar. Eliminación en semifinales, y a pesar de haber asistido con un equipo B, las críticas arreciaron.
La calma vino hasta el 1 de septiembre, cuando con un triunfo de 1-0 sobre Panamá, se consiguió el ansiado boleto para Rusia 2018. La misión del Tri de Osorio, estaba más que cumplida.
El cierre fue más halagador de lo pensado, con los juegos que se dieron en casa de los equipos de Bélgica y Polonia.
Con todo y rotaciones, el Tricolor está de pie. Con tropiezos, críticas y decisiones poco comprensibles, Juan Carlos Osorio sigue de una pieza. En 2018 viene el reto principal, la Copa del Mundo, pero para eso... aún falta tiempo.