Las medallas de plata y bronce que consiguieron respectivamente Aída Román y Mariana Avitia en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, desataron el interés de cientos de niños y jóvenes que acudieron a los diferentes campos de tiro con arco que hay a lo largo del país para inscribirse y conocer más de este deporte.

El campo Lauro Franco de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue fiel testigo del boom. Debido a la nutrida afluencia que mantiene este lugar, cerró sus puertas para abrirlas en un espacio con mayor amplitud y mejores condiciones para los atletas, entrenadores y padres de familia.

El entrenador en jefe de tiro con arco de la UNAM, Carlos Hidalgo, comunicó que el programa termina el año con un récord de participación tanto con alumnos universitarios, como con menores que acuden por las tardes a desarrollar sus habilidades en este deporte que comienza a ser más popular.

“Tenemos un registro de alrededor de 250 arqueros, que para nosotros es una cifra récord”, mencionó Hidalgo, quien añadió que en  agosto hubo más de mil 200 solicitudes de niños y adolescentes para entrenar.

“Lógicamente que con el correr de los meses, muchas personas van desistiendo, pero la cifra que nos dejó el ‘numerito’ de los Olímpicos, sin duda marca un precedente para nosotros”, agregó el especialista,

El ex entrenador de la selección mexicana reconoció que el Premio Nacional del Deporte que obtuvo Aída Román ha sido otro elemento clave para que continúe la copiosa asistencia.

“La verdad es que el reciente Premio Nacional [PND] nos ha ayudado a mantener una afluencia importante, además de que el deporte ya enamoró a muchos”, opina el director del programa universitario.

Respecto al nuevo campo, el entrenador detalló que se está edificando a un costado del actual y que será una instalación con una línea techada de 30 metros, aunque el proyecto está estipulado para que abarque 60 metros y que fungirá como infraestructura para desarrollar talentos.

“Nos van a pasar al campo de a un lado, donde tendremos una línea techada para protegernos de las lluvias, al principio será de 30 metros, pero

el proyecto está trazado para 60, también habrá módulos para que nuestros tiradores puedan dejar sus pertenencias, baños y vestidores que usaremos sólo nosotros”, explicó Carlos Hidalgo.

El campo sacrificado será el de los Cougars, que en septiembre pasado desaparecieron del programa de futbol americano de la UNAM.

Hidalgo comentó que espera que en los primeros días de 2013 se inaugure el nuevo campo, el cual, adelantó, ya no llevará el nombre de Lauro Franco. A petición de los tiradores de la UNAM y de las categorías Pumitas, muy probablemente el nuevo complejo de la disciplina llevará por nombre Carlos Héctor Hidalgo Toledo.

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