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Una de las cosas que afligen a Manuel Negrete es que con el correr de los años tenga que recurrir al uso del bastón y aún persista el dominio de Chivas sobre Pumas en Guadalajara. La última vez que los felinos ganaron en la Perla de Occidente fue el 7 de febrero de 1982. Están por cumplirse 33 años de aquel suceso, el Rebaño Sagrado ha dejado de ser local en el estadio Jalisco y aún hoy, en el Omnilife, persiste la maldición.
“Ayer volví a ver el gol y no había algo novedoso. Recuerdo bien que a los 20 años [de aquel suceso] me empezaron a hablar [los reporteros para entrevistarlo]. En 82 fue el último triunfo. No había esa situación que se tomara tanta importancia. A partir de los 20 años de ocurrido [en 2002] se hizo una costumbre, y no quiero estar con un bastón y que me sigan diciendo que no le hemos podido ganar a las Chivas. Sería terrible”, comparte Negrete, risueño.
Y es que, gracias a Manolo, en ese partido de la jornada 22 de la temporada 1981-82, el Guadalajara cayó 0-1 a costa de Pumas. La última vez que los universitarios salieron airosos de aquella plaza frente a la mítica oncena rojiblanca. “Fue una jugada del lado derecho. Chucho Ramírez manda el centro, llego tratando de rematar, no le doy, rebota en Demetrio Madero y me quedó precisa para pegarle de chilena y se la pongo ahí, fuerte, por abajo al ‘Zully’ [Javier] Ledesma”, rememora. La anotación cayó en el minuto 89 y así ganaron los felinos. “Espero que mis Pumas terminen con esto, y les vaya bien. Que se termine esa estadística...”.
Negrete fortalece la esperanza ahora que ve a Chivas en riesgo de descender. “Sí, está atravesando un momento difícil. Creo que todos somos conscientes que es un gran plantel, por nombres. Algunos jugaron el Mundial y todavía no toman ese buen camino. Volviendo a los juegos, se vuelve una presión para ellos. Esperemos que sigan con esa presión [Chivas] y Pumas tenga la tranquilidad de tomar las cosas con calma y enfrentar ese partido con inteligencia, y que ganen”, desea, convencido de que ahora sí va la buena.
Reconoce, sin embargo, que “cada año viene pesándole más a los jugadores” de los Pumas. “Estuve en parte de esa historia”, lamenta al hacer memoria. “Unos años más he de haber jugado, 10 partidos”, calcula, “y no pudimos ganarle”.
Pero en ese entonces, “no era algo que nos pesara”. Esa problemática “se fue dando conforme pasó el tiempo y no se daban los resultados, hasta que nos volvimos una estadística”, considera.
“Fue parte de la historia que no se le gana a Chivas en el Jalisco. Ahora tiene tres años en el Omnilife y tampoco se le puede ganar y ya es una losa fuerte para todos los jugadores, que no deberían estar pensando eso. Este partido se ha vuelto clásico, y no hemos podido ganarlo allá. Hace dos años iban 0-1 y faltando poco pensé que lo iban a ganar, pero no se dio y seguimos dentro de la estadística”, añade risueño.
Manuel Negrete ha sido uno de los referentes históricos de Pumas. En su época, seleccionado nacional, heredó la capacidad para trascender en la media cancha, con aquella zurda privilegiada que definía compromisos. Entonces, el equipo capitalino tenía gente que marcaba diferencia. Ese tipo de futbolistas que hoy escasean en CU.
“Sería bueno para Pumas, por los números, que ya no se hablara de aquella jetatura”, argumenta el ex futbolista. “Ya quitarla, para que el año que entra, ya no me hablen”, añade bromista. “Son los partidos que no quieres perder. Se vuelven importantes y como ellos mencionaban, había partidos que no podíamos perder y las Chivas lo tomaron muy a pecho”.
De tal suerte que la plaza jalisciense ha resultado infranqueable para los universitarios en más de tres décadas, vayan como vayan los dos equipos.
Mas hoy como nunca antes, la ocasión parece propicia, reconoce Negrete. Las Chivas están más urgidas de ganar que los propios Pumas. Y eso pone en riesgo a la causa tapatía. El tema del descenso cobra caro.
“Lo que pasa es que lo van a sentir ellos en lo económico, porque tienen una marca importante”, opina Manuel respecto del aturdido Rebaño. “Para México siempre es bueno y para todos los equipos, porque es una marca importante, pero al final, no pasa nada. Si se va, ganamos un clásico contra Atlante y Necaxa [en la Liga de Ascenso]”.
Después de todo “eso le pasó a River Plate y regresó”. Aunque desde otra perspectiva, “sería malo —que se fuera—, porque representa un ingreso importante, pero en lo futbolístico, las reglas están así” y deben respetarse.
Negrete cree que por lo mismo, no deberían hacer algo fuera de lo normal para mantener al Guadalajara, en caso de que descienda. “Yo creo que debería ser así”, opina convencido. “Y si suben equipos, que asciendan clubes con merecimiento y sea de forma correcta, porque no estaría bien que [la Liga] inventara y se sacara un ‘as bajo la manga’. Eso no estaría bien, pero aquí ya no sabemos qué va a pasar”, observa.
Puma de corazón, Manuel opina sobre el actual equipo y su reciente debut en el Clausura 2015 contra el Querétaro. “Empezaron bien, los primeros minutos, casi como siempre y después se cayó y el equipo de Querétaro tuvo la oportunidad de llevárselo”, admite preocupado. “Hay que agradecerle a [Alfredo] Saldívar [portero felino]”.
En lo sucesivo “espero que mejoren con el tiempo, porque si vamos a estar igual así, sufriendo, va a ser complicado para la afición”, dice.
No más naturalizados
El símbolo universitario en los 80 habla también del cúmulo de jugadores extranjeros y la aparición de naturalizados, hecho que ha abierto la posibilidad a los clubes a recurrir a un 11 con futbolistas no nacidos en nuestro país.
“Lamentablemente ahora ya es muy fácil naturalizar. Se dio por la Selección Nacional y eso es un error, autorizar que puedan jugar tantos jugadores”, ataja preocupado.
“Realmente no les interesa el proceso, ellos quieren ganar y para la afición y los jóvenes es quitarles oportunidades”, se queja.
Por lo mismo, “no estaría bien que [los equipos] jugaran con 11 extranjeros”, alerta.
“Ahora se naturalizan a los dos años. Siento que tendría que haber un candado y trabajar con fuerzas básicas y también con talentos, después, el problema va a ser con la Selección. No tienen el fogueo ni la preparación”, remata certero, como aquella chilena histórica que se recuerda cada año, con el riesgo de que Manuel la rememore bastón en mano.