Ahí, en el calendario colgado dentro del vestuario auriazul, han sido encerrados —con plumón carmesí— mañana y el domingo.
Pese a que todavía les restarán varias unidades por disputar en ambos torneos, los Pumas están conscientes de que en poco más de 60 horas se jugarán buena parte de su futuro en la Copa Libertadores y el Torneo Clausura 2016.
El jueves por la noche recibirán al Deportivo Táchira de Venezuela, con el que pelean el liderato del Grupo 7 en el certamen continental, y el domingo al Morelia, juego crucial en sus aspiraciones por meterse a la Liguilla.
“Se trata de la semana más importante, donde nos jugamos mucho: posicionarnos como líderes de la Copa y, también, en el torneo [de Liga] necesitamos sumar [puntos]”, admite el atacante argentino Ismael Sosa. “Todos sabemos lo que significan estos dos partidos”.
“Vamos en busca de recuperar el buen futbol, como ser fuertes, un equipo aguerrido, con jugadores experimentados y será un partido difícil [ante los sudamericanos], pero tenemos confianza de que lo vamos a sacar adelante”.
Sobre todo porque el Táchira se encontrará a unos Pumas muy distintos a los que superó en Venezuela (2-0) la semana anterior.
Guillermo Vázquez echó mano de un plantel alternativo para ese juego; ahora irá con quienes son titulares habituales.
“Es muy diferente, porque jugamos en nuestra casa, así es que eso nos da un plus y el equipo no va a ser el mismo”, recuerda el ‘Chuco’. “Ellos no nos conocen y tenemos alguna ventaja”.