Zapopan.— Los goles bellos también pueden llegar en la agonía. El que hizo Javier López fue tan hermoso como importante. Fue el de la voltereta, el que pone al Guadalajara en las semifinal de la Copa MX en la que se citará con Monterrey (3-2).

“La Chofis” marcó mediante un “globito” que se incrustó en la meta de los Bravos de Juárez. Una pincelada que se convirtió en el 3-2 final del Rebaño Sagrado. Voltereta plagada de estética, luego de que las Chivas comenzaran 0-2.

Era el minuto 91, la hora precisa para que el habilidoso atacante rojiblanco se luciera con un tanto que quedará en la antología del este torneo. Festejó Guadalajara con todo, como si ya tuviera en las manos el trofeo de campeón.

El líder de la Liga MX reivindicó la etiqueta de ser un equipo contendiente a todos los títulos disputados en el futbol mexicano.

Antes, hubo sufrimiento para el equipo tapatío. El parón arbitral o el exceso de confianza, quizá ambos, terminaron por complicar las aspiraciones de campeones en la Copa MX de los tapatíos. Parecía una debacle absoluta para los rojiblancos.

Chivas se fue al frente en cuanto comenzó el partido. Trató de dominar al rival, con base en su dinámica, pero su acostumbrada falta de contundencia terminó por pesarle una vez más.

Las aproximaciones al área de Bravos se quedaron sólo en intentos fallidos. El poder anotar se había convertido para el Guadalajara en un acertijo indescifrable.

Frustración rojiblanca, misma que aprovechó el cuadro de Juárez para envalentonarse y ser más certero en su ofensiva.

Lucas da Silva, primero, aprovechó una mala salida del portero chiva, Miguel Jiménez, para adelantar a los visitantes. Era la media hora de partido y la sorpresa comenzaba a gestarse en Zapopan.

El brasileño volvió a pegarle al Guadalajara. El equipo de Matías Almeyda, desbocado en la búsqueda del empate comenzó a dejar espacios atrás.

Circunstancia que le permitió a los Bravos volver a marcar para poner contra las cuerdas al chiverío. En un contragolpe, Da Silva mandó un tiro cruzado. Gol apenas a los cinco minutos de la segunda mitad.

Lucía como una diana lapidaria para un Guadalajara martirizado por su ausencia de gol. Pero tuvo los arrestos para empatar.

Una incursión de Carlos Fierro sobre la banda izquierda permitió el descuento vital tapatío. El “Wero” mandó una especie de diagonal retrasada para que Rodolfo Pizarro marcara el primero tapatío (56’).

Creció la fe del Rebaño, que encontró la resurrección.

En un balón que recuperó Michael Pérez, éste mandó un servicio al área. Fierro cayó derribado y el silbante marcó el penalti.

La falta la cobró inmaculada Ángel Zaldívar con un disparo contundente que dobló las manos del meta fronterizo, Cirilo Saucedo (70’).

Chivas apretó. El drama de los penaltis se acercó. Los presentes en el coso de Zapopan ya presentían que todo se definiría desde los 11 pasos. Pero no. Javier López, al 91’, mandó al Guadalajara a la antesala de una final copera. Redacción

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