Se puede decir que fue uno de los precursores de la rivalidad entre Universidad y el América. Carlos Calderón de la Barca fue un futbolista crema, que le terminó por dar gloria a los hoy felinos.
Delantero, lento, pero con clase, el elemento mundialista en Suecia 1958 fue uno de los pilares para que el equipo de la UNAM consiguiera el pase a la Primera División, en 1962. Años antes había jugado para los “Millonetas”, pero eso no le impidió ser un “maestro” para los universitarios.
“Para nosotros fue determinante para poder ascender. Carlos Calderón de la Barca nos dio una gran confianza, porque era un jugador mundialista, participó en la Copa del Mundo de Suecia, aunque jugaba un poco lento, pero atraía a jugadores y se desmarcaban otros”, recuerda quien fuera su compañero de equipo, Carlos Gutiérrez.
En estos años, si un futbolista que militó en el América se “atreve” a pasar a Pumas debe estar preparado para recibir toda clase de insultos de la afición auriazul. Hace 51 años no era así. Calderón de la Barca fue recibido bien, quizá porque antes había militado en el Poza Rica.
“Para nosotros era el maestro, porque no había rivalidad con América, fue súper bien recibido. No teníamos gran público, los partidos eran los martes en la tarde. No se presentó el problema de que le chiflaran”, explica Gutiérrez.
El destino hizo que Universidad Nacional, en su debut en el máximo circuito, se enfrentara a los americanistas.
Uno de los más fieros opositores a la escuadra crema era Calderón, porque guardaba cierto resentimiento hacia la escuadra a la que alguna vez perteneció. Metió tan fuerte la pierna, que vio la tarjeta roja en el encuentro.
“Salió expulsado por la rivalidad que tenía con los mismos compañeros, que estaban en el América. Cuando sale de ese equipo, no fue en buenos términos, y al jugar contra ellos terminó mal, fue expulsado en el partido de debut en Primera”, rememora su ex.
Y tanto quiso a los universitarios que el fallecido Carlos Calderón de la Barca “declaraba que en ningún equipo había tenido las atenciones que había tenido con nosotros, porque se integró bien y eso que venía del América”.
