Al drama que vive Gallos Blancos en la lucha por no descender se une el nerviosismo previo al clásico regional que disputará el sábado ante San Luis.
El técnico queretano, Ignacio Ambriz, sentenció que su equipo saldrá con todo por los tres puntos.
Hay mucho en juego, pues como es sabido, la oncena queretana no puede dejar un solo punto en el camino si pretende mantener la encendida la esperanza de la permanencia en el máximo circuito, y sin duda alguna, para los Reales sería por demás satisfactorio darle el último empujón al abismo a su acérrimo rival.
Tras la práctica de este martes, Ambriz Espinoza declaró que encararán el clásico regional “con mucho profesionalismo, sabemos que todavía hay nueve puntos en disputa y tenemos que sumar los más que podamos”.
“Es un clásico regional en el que a mí me ha tocado estar del otro lado y les he dado a entender (a los jugadores) la exigencia que da. No podemos perder, lo tenemos que ganar independientemente de si todavía hay una pequeñita esperanza (de salvación)”, agregó.
Con respecto al ánimo del plantel después de que Atlas, San Luis y Atlante aseguraran su lugar para el próximo año futbolístico en la Liga MX, el timonel emplumado reconoció que el lunes los jugadores se notaban afectados.
“Vi caras largas, de desilusión, pero al final creo que no puedes estar así porque todavía quedan nueve puntos, hay una mínima esperanza todavía y yo les pedí mucho que intentáramos de esos nueve puntos sumar los más que podamos por profesionalismo, por el compromiso que tenemos con la afición y con los directivos”, comentó.
Al llegar al punto de asignar responsabilidades al probable descenso queretano, el mundialista en Estados Unidos 1994 dejó en claro que él sólo puede responder por lo realizado desde la jornada seis a la fecha, pero aceptó que en los tres primeros partidos el proceso de adaptación de los jugadores a su sistema derivó en la falta de puntos importantes.
Gallos Blancos y Reales chocarán este sábado a las 17:00 horas en el estadio La Corregidora por la jornada 15 del Clausura 2013.