Sochi.— Cristiano Ronaldo igualó, en 90 minutos, lo que había conseguido en sus tres anteriores Mundiales. El astro portugués le marcó tres goles a España, para el empate de estas selecciones en su debut en territorio ruso (3-3). No era un partido cualquiera para el delantero del Real Madrid, y lo demostró, a pesar de las carencias del resto del equipo luso.

CR7 volvió a demostrar que es de esos futbolistas únicos, altamente preciados en el orbe, porque tiene la capacidad para marcar diferencia en cualquier momento, incluso cuando la causa parece perdida. Así lo hizo anoche, con la fantástica ejecución de tiro libre que hizo vibrar a buena parte del orbe.

Y todo esto después de llegar a un acuerdo para poner punto final al proceso penal que arrastraba por cuestiones tributarias. Vaya día para el atacante lusitano, quien reconoció cuatro delitos fiscales y unas horas después dio la igualada a su selección, cuando parecía que los españoles completaban una remontada llena de furia.

Esa, quizá, es la razón por la que festejó aún más el tanto que dictaminó el marcador final. Desde que acomodó el balón presumió la seguridad que le caracteriza, esa que metió nerviosismo al errático David de Gea.

El camino de la gran noche de Cristiano inició temprano en el partido, al marcar por la vía del penalti, tras la falta que Nacho le cometió apenas a los cuatro minutos de juego. Luego, al 44’, volvió a poner al frente a Portugal con complicidad del arquero De Gea, quien erró intentar atajar un disparo desde fuera del área. Finalmente, hizo el de tiro de castigo.

Su gran velada llenó de dolor a Fernando Hierro, quien no es técnico para la selección española, y serán los futbolistas quienes tendrán que encargarse de no fracasar en esta Copa del Mundo, sobre todo los de experiencia, como Andrés Iniesta o Sergio Ramos. La salida de Julen Lopetegui no les pegó en el inicio del partido, sino en el desarrollo, con los cambios.

Doblete de Diego Costa (24’ y 55’) y un golazo de Nacho (58’) le habían dado la ventaja a España, que se quedó cerca de sacar el juego con furia, pero al final soportó la amargura de no saber controlar el partido y volver a dejar que los portugueses, o Cristiano para ser exactos, tuvieran una oportunidad en busca del empate.

La polémica de utilizar o no el VAR rondó por el estadio de Sochi, sobre todo en el primer gol de Costa, cuando el central del encuentro preguntó a la cabina por una falta del español sobre Pepe, pero no consideró que la hubiera. Poco antes, el penalti señalado debió ser revisado, ya que el contacto del lateral derecho del Real Madrid sobre su compañero apenas resultó perceptible.

Partido espectacular, el mejor hasta el momento, que confirmó a Cristiano Ronaldo como uno de los mejores del torneo, pero con la misión de llevarlo a toda la competencia. Por lo pronto, ayer abrió su último Mundial en plenitud, de la mejor manera posible.

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