Ya ha terminado el tiempo que la mayoría de los peloteros suele dedicar para perfeccionar su swing, pero Adrián González quiere más y retorna a ese símil de jaula en el que tan cómodo se siente. El primera base de los Dodgers de Los Ángeles entiende que el ahínco es clave para entrar a la bóveda celestial, cuyas puertas está a punto de derribar.

En la serie que anoche arrancó entre los californianos y los Diamondbacks de Arizona, el “Titán” tiene la gran posibilidad de romper dos marcas para bateadores mexicanos en las Ligas Mayores, ambas en poder de Vinicio Castilla: mayor número de hits conectados y más carreras producidas.

“Claro que eso me motiva. Siempre estoy buscando cómo seguir mejorando y salir adelante”, comparte González, en charla con EL UNIVERSAL. “Estoy trabajando para eso”.

Y se encuentra cerca de escribir una de las páginas más gloriosas en la historia de la pelota tricolor.

Aunque nació en San Diego, California, Adrián tiene la nacionalidad mexicana porque sus padres son oriundos de este lado de la frontera. Creció en Tijuana y se siente orgulloso de sus raíces.

Durante poco más de 12 temporadas en las Grandes Ligas, y hasta antes del partido de ayer, suma mil 883 imparables, sólo uno menos que Castilla. En cuanto a carreras impulsadas, el legendario tercera base acumuló mil 105 a lo largo de 16 campañas; González se presentó en la actual serie con mil 100.

La marca de más cuadrangulares no está tan cercana, aunque parece simple cuestión de tiempo. Castilla pegó 320 y Adrián tiene 297; eso sí, sólo siete durante 2016.

“Con el trabajo, esfuerzo y fe en Dios todo se puede”, afirma la estrella de los Dodgers, cuya récord de más jonrones en un año es de 40. Los alcanzó en 2009, con los Padres de San Diego. Vinicio disparó 46 en 1998, cuando militaba con los Rockies de Colorado.

Sus números le otorgarán la inmortalidad en el beisbol mexicano, pero los deseos del “Titán” van mucho más allá de las marcas. Lo que le encantaría es ser la muestra de que los mexicanos pueden triunfar en cualquier ámbito.

“Para mí, el enfoque es tratar de ser un buen ejemplo para todos los jóvenes y, después de eso, intentar hacer lo mejor que pueda, no concentrarme en las cosas que están fuera de mi control”, revela.

Lo que explica su anhelo de ser pieza clave durante la segunda mitad de la campaña y ayudar a que los Dodgers alcancen los Playoffs.

Pese a que ha pertenecido a novenas de gran relevancia, como la de Los Ángeles y los Red Sox de Boston, González no ha podido ser campeón en las Grandes Ligas.

“Siempre he dicho que me falta eso”, reconoce, serio. “Todos los jugadores estamos aquí para ser campeones en algún momento y ojalá se dé algún día”.

Los Dodgers iniciaron la segunda mitad de la temporada como sublíderes en la División Oeste de la Liga Nacional, detrás de los Giants de San Francisco, pero en el primer puesto en la batalla por el comodín, así es que “estamos en buena posición ahorita.

“Ahí vamos. Como equipo, estamos en segundo lugar, luchando, peleando y tratando de subir al primero”, complementa. “En lo personal, he tenido buenos momentos y unos un poco difíciles, con lesiones, pero ahí voy, tratando de mejorar y seguir adelante”.

Con la motivación de estar muy cerca de ser el mejor bateador mexicano en toda la historia de las Ligas Mayores.

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