Los Dragones del Porto tuvieron una caótica bienvenida a la Ciudad de México para sus juegos de pretemporada contra Cruz Azul y Chivas. Apenas salieron de la zona de llegadas y comenzó el andar de los fanáticos por el aeropuerto capitalino, en busca de un autógrafo o una fotografía con alguno de sus ídolos, como Íker Casillas y Jesús Corona, quienes acapararon la atención de los presentes.
Decenas de aficionados se dieron cita una hora antes del tiempo marcado para la llegada del cuadro portugués (20:00 horas). La escuadra lusitana sufrió por el tumulto para abordar el transporte que los llevaría al hotel de concentración. Fueron algunos minutos, pero se sintieron como horas para los futbolistas, quienes lucieron visiblemente sorprendidos por el recibimiento.
Uno de los más asediados fue el guardameta español Casillas, quien en cuestión de segundos se vio rodeado de prensa y fans.
Con evidente molestia, el portero no hizo declaración alguna. Incluso, un elemento del club portugués que le abría paso entre la gente al ex jugador del Real Madrid estalló entre quejas: “estos mexicanos siempre con su desorden”. A pesar de esto, firmó algunas camisetas.
El resto de la plantilla no pasó el mismo apuro, a excepción del Tecatito Corona, último en subir al autobús tras repartir un par de autógrafos. Los otros mexicanos, Héctor Herrera, Miguel Layún y Diego Reyes reportaron directamente en su hotel. Hoy harán reconocimiento de cancha en el estadio Azul, donde mañana enfrentarán un amistoso contra el Cruz Azul. Después viajarán a Guadalajara, para el segundo partido de esta gira por México, ante las Chivas, actual campeón de la Liga MX.