La selección peruana se clasificó a un Mundial por primera vez en 36 años, tras superar por 2-0 a Nueva Zelanda en el partido de vuelta del repechaje que definía al último de los 32 clasificados a la cita de Rusia 2018.
Jefferson Farfán a los 27 minutos y Christian Ramos a los 64 marcaron los goles del cuadro sudamericano, que había empatado por 0-0 el sábado en el partido de ida en Wellington.
Perú, país futbolero por excelencia pero sin buenos resultados en las últimas décadas, se sumergió en una enorme fiesta que tuvo como gran ausente al principal ídolo del equipo, Paolo Guerrero, suspendido preventivamente por la FIFA por un presunto dopaje.
Los locales empezaron lanzados al ataque y prueba de ello fue el disparo que estrelló en el horizontal a los dos minutos el marcador derecho Luis Advíncula que juega en Lobos BUAP de México, con un zurdazo desde 30 metros.
La rotación peruana perturbaba a unos zagueros neozelandeses con problemas para encontrar las marcas, aunque las sucesivas jugadas ofensivas se diluían en centros desde los costados que controlaba con propiedad el portero Stefan Marinovic de gran actuación durante todo el juego.
Los minutos avanzaban con un cuadro local que se mostraba mejor, pero sin efectividad. A los 24’, el árbitro francés Clement Turpin no vio una mano en el área del defensa visitante Winston Reid que debió sancionar con un tiro de penalti, ante la protesta de todo el estadio.
Olía a gol y éste llegó con un arranque por izquierda de Christian Cueva, quien tras despejar el camino la pasó atrás para que Farfán definiera con un poderoso disparo que rozó levemente en Michael Boxwall y resultó imposible para el portero.
Farfán, con lágrimas, celebró cubriéndose la cabeza con la clásica camiseta 9 de Paolo Guerrero, su inseparable y gran amigo desde la infancia.
Nueva Zelanda buscó reaccionar, pero sin mayores recursos. Perú desaprovechó ocasiones de aumentar al minuto 31, cuando Cueva se excedió en el traslado, y a los 41, cuando Marinovic sacó una mano salvadora para frenar un remate a quemarropa de Farfán tras un rebote que había dejado suelto el propio portero.
El primer tiempo finalizó con la única jugada de cierto riesgo para Nueva Zelanda, en la que Reid remató alto de cabeza a la salida de un tiro de esquina.
Para el segundo tiempo el técnico de Nueva Zelanda, el británico Anthony Hudon, dispuso la entrada del goleador Chris Wood —apenas recuperado de una lesión—, y esto cambió momentáneamente la cara del partido, pues el recién ingresado empezó a generar problemas.
Cuando las cosas parecían complicarse para la albirroja, un tiro de esquina ejecutado desde la derecha por Cueva se paseó entre defensas y atacantes y le quedó finalmente al zaguero central Ramos, quien sacó un derechazo arriba para el 2-0.
El boleto ya era peruano.
El marcador le permitió al técnico argentino Ricardo Gareca reforzar su sistema defensivo con el ingreso de Yoshimar Yotún por el punta Raúl Ruidíaz, de Monarcas Morelia de México.
Hudson también jugó sus cartas con el ingreso del atacante Jeremy Brockie por el defensa Andrew Durante, pero ya a esas alturas, minuto 78, daba la sensación de que los locales tenían control sobre el partido.
Los minutos finales transcurrieron con un Perú controlando los movimientos —salvo por una jugada de Wood que obligó a esforzarse al arquero Pedro Gallese—, hasta que el silbato de Turpin decretó que la larga noche de ausencias había terminado.