Hace poco más de un lustro, cuando su aventura futbolera lo llevó al Real Betis de España, Mariano Pavone supo lo que significa medirse a ese coloso de piel blanca. La única diferencia es que, desde su perspectiva, ha mutado en un equipo prácticamente invencible.
Esta tarde, tiempo de México, el ‘Tanque’ y el Cruz Azul enfrentan al Real Madrid en las semifinales del Mundial de Clubes. El goleador argentino tiene la esperanza de dar un sonoro batacazo, mas está consciente de que las posibilidades del equipo dirigido por Luis Fernando Tena se reducirán considerablemente, si los Merengues se muestran a plenitud.
“Lo veo más fuerte que en esa época”, comparte el sudamericano, autor del segundo tanto frente al Western Sydney Wanderers de Australia. “Me tocó enfrentarlo dos veces: una vez gané, otra perdí, pero era como más alcanzable, aunque ellos estuvieran en su día. Hoy, si están en su día, es casi imposible ganarles”.
Será la sexta ocasión que un club mexicano enfrente a un europeo dentro del certamen que aglutina a los monarcas de cada confederación. Ninguno de los anteriores cinco triunfó (dos empates y tres derrotas).
El único antecedente con los hoy futbolistas de Carlo Ancelotti fue el 14 de enero de 2000, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, Brasil. El Necaxa se adjudicó el tercer puesto de la primera edición tras imponerse en penaltis (4-3). Igualaron durante el tiempo regular (1-1), con anotaciones de Agustín Delgado y Raúl González.
Historia difícil de repetir hoy, sobre el lienzo verde del estadio Le Grand de Marrakech, Marruecos, porque el club español es “uno de los mejores del mundo, con el Bayern Munich, el Barcelona también, aunque ha bajado un escalón de lo que era, pero es un equipo que siempre está ahí”.
“El Manchester City también tiene a buenos jugadores... Son los equipos que, hoy por hoy, resultan muy difíciles”, complementa Pavone.
Pero recuerda que nadie puede arrebatarles la ilusión de ser el primer representante de la hoy llamada Liga MX en alcanzar el duelo por el título del Mundial de Clubes. A final de cuentas, tienen todo por ganar en un juego tan supuestamente desproporcionado como el de hoy.
“Al representar a una institución grande, como lo es Cruz Azul, siempre crece la obligación”, reconoce Mariano. “Ojalá podamos estar a la altura y darle una alegría a la gente”.
“Sabemos que va a ser un partido muy difícil, pero en el futbol —y más en 90 minutos— todo puede pasar”.
El último obstáculo hacia la final luce insuperable, lo que alimenta el deseo de los Cementeros, quienes están conscientes de que imponerse a un equipo que suma 20 victorias consecutivas reconfortaría mucho a su golpeado pueblo.
“Sabemos que este semestre estamos en deuda y ojalá podamos terminarlo dándole una alegría a la afición, porque se lo merece”, admite. “Hay que dar el 100%, todo, pero la idea es esa: soñamos con traer la Copa”.
Pero antes está el Real Madrid.