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El deporte es una actividad específica de ejercicio y competición, en la que prevalece el esfuerzo físico. Pierre de Coubertain, el impulsor del olimpismo moderno, decía que “la práctica deportiva es un cultivo voluntario y habitual del ejercicio muscular intensivo, apoyado en el deseo de progreso, que puede llegar hasta el riesgo”. De ahí la necesidad de adoptar medidas, mediante la intervención de especialistas, destinadas a evitar accidentes y lesiones.
La especialidad que estudia los efectos de la actividad física en los atletas es la medicina del deporte. Su objetivo es lograr un buen estado de salud, optimizar el rendimiento y orientar a los deportistas para que respondan mejor a su función social. Comprende tanto las curaciones, puesto que existe una patología deportiva específica, como la vigilancia del entrenamiento, su evolución física e incluso, dado el caso, las terapias de rehabilitación. Se ha determinado que las causas más frecuentes de lesiones están en el sobreuso muscular y en los traumatismos, los que provocan esguinces, calambres, distenciones, contusiones, etc. Los tratamientos y procesos de rehabilitación suelen tomar tiempo, lo que depende de la severidad de las lesiones.
Los orígenes de la medicina del deporte se remontan a la antigua China, al Egipto de los faraones, a la Roma imperial, a Grecia y a otras grandes civilizaciones. La historia dice que Hipócrates (460 a.de C.- 370 a. de C.), padre de la medicina, fue educado en un gimnasio y que la frecuentación de los atletas originó su vocación médica. El filósofo Platón decía que el perfeccionamiento del cuerpo debe marchar paralelamente con el del espíritu, por tanto, hay que procurar el desarrollo armónico de ambos. Incluso aseguró que la gimnástica es un don celestial que contribuye al perfeccionamiento del hombre como un todo. En su tiempo, el pensador inglés Francis Bacon (1561-1626) también dijo: “El cuerpo sano es el hospedaje del alma; el cuerpo enfermo, su prisión”.
Según el sociólogo Sgmunt Jaworsky, “Las raíces del deporte hay que buscarlas en las necesidades biológicas del hombre. No es casual, por eso, que entre los primeros teóricos del deporte y de la educación física se encuentran médicos y fisiólogos. Precisamente ellos están, lógicamente, más capacitados que nadie para entrever la importancia del deporte para la salud y la buena forma humanas.” Es más, el poeta español, Francisco de Quevedo (1580- 1645) dijo: “El que quiere tener salud en el alma, procure tenerla en el cuerpo”.
