“Por favor, permite que me presente. Soy un hombre de riqueza y con agradable gusto. He estado por aquí durante muchos, muchos años”.
Así dice la canción y es que en Querétaro, hoy más que nunca, hay “Simpatía por el Diablo”.
Sergio Matute García alzó los brazos y se hincó para agradecer a Dios el triunfo, que fue gracias al Diablo. La victoria de 1-0 de los Gallos Blancos sobre el Toluca, combinado con el empate a un gol entre América y San Luis, aprieta aún más la lucha por el no descenso. Ahora hay cuatro puntos de diferencia entre los Reales y los queretanos, quedando pendiente un partido entre ellos pactado para la fecha 15.
“Encantado de conocerte. Espero que adivines mi nombre... Pero lo que te está intrigando, es la naturaleza de mi juego”, continúa la melodía, y es que el juego fue de extraña naturaleza.
Tras la primera media hora de partido, el juego fue mezquino y ningún equipo lograba asentarse con firmeza. La más clara del partido estuvo en los pies de Édgar Benítez, quien aprovechó un descuido y se enfiló solo al área, pero disparó por arriba del marco.
“Observé con júbilo, mientras sus reyes y reinas, luchaban durante 10 décadas, por causa de los dioses que crearon”, advierte la melodía, y el júbilo estalló en La Corregidora cuando Gallos Blancos se fue arriba en el marcador mediante un autogol de Diego Novaretti (31’).
Amaury Escoto centró, Alfredo Talavera no se habló con el argentino y la pelota terminó pegando en el zaguero para introducirse en la portería. Gracias al Diablo.
Tras el gol, Toluca reaccionó con un cabezazo de Luis Tejada, pero El Matute García se vistió de héroe y evitó que cayera el empate. En respuesta, los queretanos fabricaron una serie de llegadas, que no fueron fructificadas.
“Encantado de conocerte. Espero que hayas adivinado mi nombre”, afirma la música.
El Diablo Rojo no sabía dónde estaba parado. En la parte complementaria, Enrique Meza, técnico de Toluca, movió sus piezas para tratar de romper la defensa emplumada.
Los choriceros salieron a buscar el empate a toda costa, tocaban y tocaban en campo queretano, pero no lograban llegar con peligro a la portería local. En cambio, Querétaro tuvo dos contragolpes mediante Escalante y Apodi, pero no lograron concretar las jugadas.
El partido se volvió de ida y vuelta. Gallos aprovechaba mediante la velocidad de Apodi, pero el brasileño fallaba en el último pase. Toluca respondió con un disparo al poste y en el rebote Wilson Tiago cabeceó, pero la esférica fue a las manos del Matute. Gallos seguía con viva.
“Como si cada policía fuera un criminal, y todos los pecadores santos, como si las cabezas fueran colas”, dice la canción.
La afición cada vez estaba más nerviosa. Los minutos pasaban y la angustia aumentaba ante los embates de Toluca.
Los últimos instantes parecieron toda una vida para los queretanos. El silbante decidió agregar 5 minutos más y la afición suspiraba por el final del partido.
Pero llegó el silbatazo final y Sergio Matute García alzó los brazos hacia el cielo.
Con el resultado los queretanos hilvanan su tercera victoria consecutiva por cuarta ocasión en su historia en Primera División. Gallos dio un paso firme hacia una posible salvación y se lo tiene que agradecer a su técnico, que le cambió la cara al equipo, y a los futbolistas que se han comprometido con el proyecto.
Pero sobre todo a alguien en particular: “Puedes llamarme Lucifer. Necesito algo de moderación. Así que si te encuentras conmigo,
ten un poco de cortesía”. ¡Gracias al Diablo, el Gallo vive!