SOCHI.— Los undécimos Juegos Paralímpicos de Invierno fueron clausurados ayer en el balneario ruso de Sochi, en medio de la tensión política por la situación en la península ucraniana de
Crimea.
En una inusual desviación del protocolo, el viceprimer ministro ruso Dmitri Kozak fue el encargado de cerrar los Juegos a las 21:35 local en el estadio Fisht, a orillas del Mar Negro.
El Comité Paralímpico Internacional (IPC) reconoció que la desviación del protocolo fue una ‘excepción especial’ y enfatizó la participación de Kozak en la organización de los Juegos.
Habitualmente es el presidente del comité organizador local, en este caso el ruso Dmitri Chernishenko, el encargado de anunciar el cierre del evento.
La ucraniana Lyudmila Pavlenko llevó con solemnidad la bandera de su país en la ceremonia, que contó con la presencia del presidente ruso, Vladimir Putin.
La ceremonia puso fin a un periodo de nueve días de competencias en unos Juegos que contaron un récord de 72 finales y 547 atletas de 45 naciones.
Al igual que en los Juegos Olímpicos de invierno convencionales que finalizaron en febrero pasado, en el medallero fue primero el país anfitrión.
Rusia obtuvo 30 medallas de oro para un total de 80 preseas, muy por delante Alemania, que se ubicó segunda con nueve triunfos. España finalizó en el puesto 13 con un oro, una plata y un bronce.
El gran protagonista individual en el medallero fue el ruso Roman Petushkov, ganador de seis oros, entre pruebas de esquí de fondo y biatlón, y que en la última jornada no pudo conseguir el pleno, tras finalizar cuarto en la prueba de 10 kilómetros sentado.
En damas, la reina de Sochi fue la alemana Anna Schaffelhuber, quien se colgó el oro en las cinco pruebas de esquí alpino en la modalidad de sentado.
Arly Velásquez fue el único mexicano en los Juegos. El competidor no culminó en dos pruebas, pero se ubicó en la posición número 11 en la especialidad de slalom súper gigante sentado.