Ante tres cuartos de plaza se celebró el mano a mano entre Diego Silveti y Octavio García El Payo, en la plaza de toros de Provincia Juriquilla.
Con su primero, el torero de casa, El Payo se mostró muy firme sobre todo en los muletazos por el lado derecho, el diestro queretano pegó tandas muy buenas y templadas ante un toro que sacaba mucho genio y que después se rajaba por momentos, dejó una estocada y su labor fue aplaudida.
Fue con su segundo con el que realizó una buena labor con el capote, destacando en un quite muy firme. Posteriormente, El Payo aprovechó las condiciones y la transmisión del astado de Xajay para tirar mucho de su enemigo y a base de firmeza lograr muletazos que calaron fuerte en los tendidos, buenas tandas por ambos lados, mató de pinchazo y estocada y cortó su primera oreja de la tradicional corrida patria que se organiza año con año en el coso queretano.
Con el tercero de su lote, el queretano se enfrentó ante un astado muy complicado; sin embargo, el diestro, con técnica y voluntad, logró tandas muy buenas, que emocionaron al tendido para después matar con una gran estocada, y así conseguir su segunda oreja del festejo, que a la postre, sería la que hizo que terminara como el gran triunfador y saliera a hombros en medio de la ovación del respetable.
En tanto que Diego Silveti, con su primero, un toro muy bueno de hechuras, lo recibió muy bien a la verónica, para posteriormente quitar por delantales, muy despacio y con gran gusto para conectar con el tendido de Juriquilla. Ya con la muleta templó al ejemplar de Xajay, sobre todo, por el lado derecho donde el astado embestía con gran calidad, sin embargo, duró poco el toro. Realizó una buena faena de mucho gusto y temple que finalizó con una buena estocada para cortar una oreja.
El torero guanajuatense con su segundo ejemplar de la noche, lució con el capote destacando en un quite por la espalda que llegó mucho al tendido. Con la muleta el toro humillaba pero por momentos se rajaba muy pronto, lo que obligó al torero de dinastía a meterse en el terreno de las tablas, toreo por muletazos circulares y cambiados por la espalda, para terminar con una faena llena de garra, que finalizó con una buena estocada, y aunque el público solicitó la oreja, ésta no fue otorgada por el exigente juez de plaza y todo quedó en ovación.
Con su tercero de la noche, Diego se enfrentó ante un astado muy rajado y malo, el torero lo intentó por ambos pitones pero el astado no se prestaba para el lucimiento y al entrar a matar el torero sufrió un corte en la mano izquierda, y fue ovacionado.
En su afán por triunfar, Silveti regaló un astado que fue malo por momentos desde el capote hasta la muleta, el torero intentó pero era imposible ante las condiciones del burel, que mató de buena estocada para ser ovacionado. Al termino del festejo, el matador pasó a la enfermería, donde le dieron cuatro puntos de sutura en la mano izquierda por la herida que presentaba, que afortunadamente no afectó los tendones.