Ignacio Garibay refrendó el triunfo en la tradicional corrida patria de Provincia Juriquilla al salir a hombros luego de cortar dos orejas, lo que deja en claro que ya es torero de casa y que esa plaza le sienta muy bien.
Partieron plaza Jorge Hernández Gárate acompañado de los Forcados de Juriquilla, Eulalio López “Zotoluco”, Ignacio Garibay y Daniel Luque con seis toros de “Marrón” y uno más de “Carranco”, sobresalió el quinto al ser premiado con la vuelta al ruedo.
Jorge Hernández Gárate enfrentó a “Costurero” con las banderillas y las banderillas cortas. Los forcados de Juriquilla detuvieron al burel en el tercer intento después de una complicada actuación por la mala embestida del de Carranco. Hernández Gárate erró con el rejón de muerte al ponerlo muy caído. Palmas.
Eulalio López “Zotoluco” enfrentó a “Faraón”, astado que no tuvo fuerza para aguantar toda la lidia; tras un pinchazo hondo, hundió la espada al segundo intento. Palmas.
El segundo de su lote, “Barba Roja”, con el cual habría de despedirse de Juriquilla, dejó con las ganas de triunfo al capitalino y al fallar con la espada, regaló un toro, “Caudillo”, con el que las cosas no cambiaron pues volvió a fallar con la espada y salió con las manos vacías en su despedida.
Ignacio Garibay enfrentó a “Piropo”, que dio un buen juego en el capote, y con la muleta Garibay encontró el espacio preciso con la mano derecha en una faena que fue de menos a más. En la suerte suprema logró hundir el acero dejando una estocada completa que hizo rodar al burel ganando la primera oreja de la tarde.
En el segundo de su lote, “Soberano”, fue el mejor de la corrida. Garibay que se llenó de toro incluso al grado de pedir el indulto, mismo que le fue negado y al entrar a matar dejó ir la posibilidad de dos orejas teniéndose que conformar con un apéndice más, asegurando su salida a hombros.
Daniel Luque, en su primera aparición en Juriquilla, lidió a “Artillero”, un burel que no tenía fuerza ni casta, y a “Rumbero”, que simplemente fue el peor de toda la corrida; el español tuvo que conformarse con dos ovaciones y se fue con las manos vacías.