Deportes

Hay más negativo que positivo: “Chicharito”

Hay más negativo que positivo: “Chicharito”
16/10/2013 |23:01
Redacción Querétaro
Pendiente este autorVer perfil

SAN JOSÉ.— Sumergido en la banca, desconsolado, Javier Hernández se tira del cabello una y otra vez, al ver correr los minutos sin remedio. Ahí, derrumbado, junto con sus compañeros, se saben eliminados. De pronto, alguien les dice sobre la remontada estadounidense en Panamá. Ese detalle salva a México y llena al Chicharito de felicidad.

Celebra, brinca, intenta reanimar a sus compañeros. Imágenes lastimeras de un joven que llegó a sorprender al mundo en el Manchester United y hoy se consuela con la falta de méritos de su Selección.

“¿Vergüenza? Claro, no somos conformistas. De estar eliminados a que le den la vuelta a un partido, te genera un sentimiento de alegría, pero la cosa es más negativa que positiva”, aboga el delantero, sin saber justificar su conducta en el banquillo, donde ha vivido los últimos instantes del tropiezo en Costa Rica.

“Si estamos en la convocatoria o no hay que trabajar al 100% para poder llevar a México [al Mundial]”, remata, tras darse cuenta que la amonestación sufrida impedirá que participe en el primer duelo ante Nueva Zelanda, otro argumento que invitaría, de plano, a no llamarlo para los dos encuentros del repechaje, donde sólo podría participar en el compromiso de vuelta.

“No, bueno, sabemos que no es de la mejor forma, a nadie nos gusta perder, pero así es el futbol. Suerte, no sé cómo lo pueda llamar, pero vamos a la repesca y hay que ver el lado positivo. Hay que darle la mejor cara y tratar de mejorar el nivel”, resuelve Hernández.

“Hay que ver lo positivo”, insiste. “Aquí ganamos y perdemos todos. Aunque sea por repechaje, pero Dios nos está dando una oportunidad y debemos aprovecharla”.

En esa idea se muestra la mayoría del grupo. Todos hablan de esa segunda oportunidad para un futbol mexicano que ha tocado fondo, a decir del Chaco Christian Giménez, de los pocos en reconocer el lamentable espectáculo ofrecido por el Tri a lo largo del hexagonal final de la Concacaf, concluido de la peor forma.

“Nos duele mucho, es una derrota dolorosa y estamos destrozados, qué te puedo decir. Se dieron los resultados, pero tenemos que ser conscientes que fue una eliminatoria mala. No es mediocre, sino mala”, precisa, acentúa, molesto cuando escucha esa palabra.

“Desde el principio sabíamos que era así y no lo podemos cambiar. Dar gracias a Dios que nos da otra oportunidad. Hoy no podemos ir más abajo, hemos tocado fondo. Hay que meterle, no queda de otra. No hay nada qué festejar. Tenemos que agachar la cabeza y saber que defraudamos al país”, reconoce, en contraste con los festejos del Chicharito.

Incómodo, Guillermo Ochoa se descubre parco, seco. No tiene ganas de hablar. “Queda un lugar pendiente en la eliminatoria y hay que ir a aprovecharla para ir al Mundial”, se conforma. “Muchas selecciones se han adelantado en esa forma, no es lo ideal para México, pero hay que poner los pies en la tierra y asumir la responsabilidad”.

La recomendación es “estar unidos en las buenas y en las malas y salir, a ver cómo”, concluye el portero.

Raúl Jiménez, de los pocos que mostraron dignidad y coraje, en los contados minutos que le ha concedido Víctor Manuel Vucetich, pese al golazo ante Panamá, coincide: “Por ahí ellos supieron aprovechar y al final estamos en el repechaje, no como queríamos, pero se dio”.

Lo del maltrato de la gente centroamericana, de ninguna manera le sorprende: “Esto siempre se da, con Honduras hubo más presión, se escuchaba más ruido, eso siempre cuenta. Pero estamos contentos de que ellos (los estadounidenses) hayan podido ganarle a Panamá para estar calificados. Al final es un aliciente más, poder estar en el repechaje”.

Admite, sin titubeos, que el puntaje alcanzado por México en el hexagonal es lamentable: “Claro, 11 puntos de 30 no son nada agradables para nadie. Es importante saber que estamos ahí, dependemos de nosotros mismos y hay que hacerlo de la mejor manera”.

Inicialmente, “sabíamos que por ahí [los ticos] se iban a tirar atrás esperando el contragolpe, salieron a presionar desde el principio y les funcionó también”, remata Raúl.