Formar parte de la comunidad motociclista de México, es revitalizante. Así lo consideran el queretano “Colmenero” y su esposa Alejandra, quienes hace unos años decidieron probar nuevas formas de entretenimiento, sin saber que se convertiría en su forma de vida.
“Esto adictivo porque cambias tu esquema de vida, de lo tradicional a algo nuevo, te reinventas con la motocicleta, gente de mi edad a estas horas ya estaría viendo la televisión, y nosotros tenemos tres días de fiesta”, comentó a EL UNIVERSAL, el piloto de más de 50 años de edad, que pertenece a la agrupación Hunab Hu, que cuenta con alrededor de 150 miembros en todo México.
“Nosotros agarramos la moto ya cuando nuestros hijos estaban grandes, nos reinventamos en esto y nos sirvió para conocer gente, para viajar, para vestirnos diferente con chalecos de cuero, vestidos todos de negro, cosas que a lo mejor no te atrevías a hacer antes porque todo mundo te criticaba, y ahora nos ayuda a mantenernos contentos”, explicó.
Los años rodando por la República Mexicana, les ayudó a esta pareja a tomar un rumbo diferente.
“Es reinventarse, hay gente que se queda tan estancada en la forma de vestir y todo lo demás, que no se dan cuenta que tienen otra oportunidad, y muchos de aquí que son contemporáneos míos, se reinventaron, de cómo eran hace 10 años, es como volver a vivir pero ya con un juguete de adultos, y la única diferencia de un juguete de niño a uno de adulto, es el precio”, subrayó el piloto.
Marco Antonio Pérez Soto, llegó desde Celaya, como parte del club Acorazados de Guanajuato. Lleva aproximadamente tres años y medio teniendo como forma de vida el motociclismo “después de que me jubile”.
“Es una hermandad, es muy emocionante porque nos ayuda a conocer a otras personas que se apasionan en el motociclismo en su modalidad Harley y lo más rescatable es la hermandad muy fuerte que se tiene entre todos”.
Estos amantes del motociclismo formaron parte de los cerca de mil 500 bikers de todas partes de la República Mexicana, que iniciaron el rally Harley Davidson, el más importante de Latinoamérica, que partió anoche de la sucursal de esta marca en Juriquilla, con rumbo al centro queretano donde arribaron cerca de las 21:00 horas, llamando las miradas de propios y extraños con el estruendoso sonido de sus motores y los diferentes diseños de las Harley.