San Pedro Sula.— Cuando México voltea a ver su historia en Honduras, se entristece. Le va mal, sufre. Tiene desencuentros y han servido de punto de partida para que el Tri haya perdido entrenadores. Enrique Meza es un claro ejemplo de esa mala aventura en este suelo.
Tiempo de cambiar la historia. Andrés Guardado, capitán de la Selección Nacional, lo anhela y reclama. Dice que es el momento para revertir las tendencias negativas que tiene el equipo de todos ante la ‘H’.
“Mañana [hoy] veremos un equipo con hambre, con muchas ganas de transformar la historia que tenemos cuando venimos aquí [Honduras]”, dice el zurdo mediocampista del PSV Eindhoven de Holanda.
“Venimos con mucho respeto, pero con la ilusión de sacar un buen resultado de aquí. La historia y las estadísticas están siempre para romperse. También ellos tenían mucho sin ganarnos en el Estadio Azteca, hasta que lo consiguieron en la eliminatoria pasada”, sostiene.
Desde la goleada 4-1 en Tegucigalpa, el Tri siempre se va sin la victoria de tierras catrachas. En San Pedro Sula no vence hace 50 años, por eso su rival centroamericano se siente más cómodo en el estadio Olímpico que en cualquier otro recinto del país.
“A México le tiemblan las piernas aquí; medio siglo sin triunfo”, titula el diario catracho Diez en clara alusión a la malaria nacional.
Calor, humedad, un horario como el de tres de la tarde, que genera un tipo de juego más lento por las condiciones adversas. Clima que se suma a un terreno de juego con pasto crecido y “comepiernas” como lo describe Guardado y que suelen ser molestos para el Tri.
“La cancha está mejor de lo que esperábamos, pero aún así, puedo decir que tiene algunos problemitas”, considera el líder mexicano.
Aún con esa problemática, el ‘Principito’ considera que México tiene posibilidades de arrebatarle los tres puntos a Honduras para ponerlos contra la pared en la eliminatoria mundialista. No quiere hablar de por qué este equipo nacional tiene mejores argumentos que los anteriores para lograr lo que, hasta ahora, luce como una hazaña.
“No quiero faltarle el respeto a los otros compañeros que tuve y con los que también vine al estadio Olímpico. Lo que sí siento es que esta camada te da para pensar que la historia puede ser diferente”, expone el ya veterano seleccionado.
Juan Carlos Osorio comparte la ansiedad de Guardado por romper la mala racha del Tri en Honduras. Avisa que “compito por el gusto de ganar y no por el miedo a perder”. Filosofía que le indica que, pese a ser visitante, planeará un estilo de juego que hiera a los catrachos.
“Habrá algunas modificaciones en la alineación. Vamos a tratar de jugar ofensivo, nuestro juego de posesión y de posición. Cuando se den cuenta del 11 inicial que pondré se darán cuenta de que seremos un equipo que vaya para adelante”, comparte el seleccionador mexicano.
Los cambios que podrían darse en el Tricolor radican principalmente en portería y ataque. Alfredo Talavera sería el meta estelar de México, mientras que Osorio esperará para saber si Raúl Jiménez está al 100 por ciento, luego de una lesión en la rodilla, para arrancar junto a Javier Hernández.
Al igual que Guardado, el colombiano espera salir con la victoria. Algo que México no obtiene hace 22 años en Honduras y hace 50 en San Pedro Sula, donde hoy juega.