El comunicado de Grupo Pachuca en septiembre de 2012 era de apenas unos cuantos párrafos. En —literal— pocas palabras, se anunciaba la incursión de Carlos Slim como socio del grupo. Al mismo tiempo, el futbol mexicano se cimbraba, pues ese mundo estaba dominado por Televisa y TV Azteca, el duopolio y competencia del segundo hombre más rico del orbe.

Apenas 16 meses después, el ingeniero, presidente del Grupo Carso, presume ya un título del futbol mexicano: el conquistado por el León el domingo sobre el América, propiedad de Emilio Azcárraga Jean.

“Él [Slim] está muy contento”, describió tras la conquista esmeralda, Arturo Elías Ayub, director de alianzas estratégicas de Telmex y mano derecha del empresario mexicano de origen libanés.

El magnate puso el ojo (y el dinero, por supuesto) en el balompié nacional. Invirtió 40.5 millones de dólares para adquirir 30% del Grupo Pachuca, dueño de los Tuzos y Panzas Verdes, de la Primera División, y Estudiantes Tecos, de la Liga de Ascenso MX.

Su incursión como socio de Jesús Martínez Patiño supuso una revolución en el mercado de los derechos de transmisión en México.

Los equipos de la Liga estaban acostumbrados —casi obligados— a negociar con Televisa y TV Azteca, mas las empresas de Slim representaron una tercera opción de televisión futbolera en el país.

Justo el campeón León fue el primero en retar al duopolio. La televisora del Ajusco ofreció 2.5 mdd por transmitir los duelos de los guanajuatenses en televisión abierta. Mas la oferta fue rechazada y el club leonés prefirió aceptar los 11.3 mdd que pagaron Fox Sports, Telemundo y mediotiempo por los derechos de transmisión del León en México, Estados Unidos e internet.

El buen paso de los esmeraldas les alcanzó para llegar a la final del Apertura 2013, “la más vista de la historia” y que potencialmente pudo ser seguida por “500 millones de televidentes a nivel mundial”, según Lorenzo Orozco, vicepresidente senior y country manager de FOX International Channels México.

La tele abierta dejó de ingresar 60 millones de pesos por no transmitir el juego de ida entre León y América. Ese duelo fue exclusivo de la televisión restringida por primera vez en la historia de las finales.

El éxito empresarial de Slim en torno del balompié significó para el Grupo Pachuca multiplicar 2.3 veces sus ingresos de 2012 a 2013, logro que vino a la par de la conquista del título de los Panzas Verdes, tras golear 5-1 a las destronadas Águilas en el Estadio Azteca.

El conjunto guanajuatense resultó sólido. Con un crecimiento imparable desde 2012, año en que logró el ascenso a la Primera División, tras una década de ausencia.

Incluso, los Panzas Verdes se dieron el lujo de vencer al Morelia de la televisora del Ajusco y al América de Televisa en la presente Liguilla. Elías Ayub aclara que no hay una satisfacción doble por ese hecho:

“Sentimos bonito, porque le ganamos a dos grandes equipos simplemente, sin importar de dónde sean o de dónde no. El América tenía una forma de jugar espectacular, eso es lo que se siente bonito, lo otro no, nada que ver con esto”.

Pero...¿Cuál es el secreto balompédico del Grupo Carso? Elías Ayub descarta que Carlos Slim sea una especie de nuevo Rey Midas, que sólo con llegar a una franquicia la lleve hasta el campeonato.

“Nos gusta hacer las cosas a largo plazo, creando proyectos sólidos. Nos encontramos con un gran cuerpo técnico, con un grupo de jugadores y un gran afición. Todo lo que se trabaja duro y con honestidad, se hace oro”, considera.

El hombre más rico del país invirtió en el futbol y en menos de dos años tiene una corona. Un aviso de que el nuevo campeón busca ser una “Fiera” en el mundo del balón.

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