Cuando quedan sólo 15 partidos en la temporada, los Warriors de Golden State siguen coqueteando con la historia y son serios contendientes para romper la marca de todos los tiempos de triunfos en una temporada de la NBA, impuesta por los Bulls de Chicago de Michael Jordan hace casi 20 años.
Luego de convertirse en un inesperado campeón en 2015, Warriors volvió hambriento y comenzó la campaña con marca de 24-0 y dio pie a la discusión sobre alcanzar una marca que parecía irrompible.
Apenas en diciembre de 2013, el actual entrenador de los Warriors, Steve Kerr, así lo pensaba.
“No va a volver a ocurrir”, dijo Kerr, quien entonces era analista de televisión. “Es virtualmente imposible ganar 70 partidos”.
Ahora Kerr lidera al equipo que necesita 12 triunfos en sus últimos 15 juegos para romper la marca.
En la temporada 1995-96, Chicago tenía una gran versión de Michael Jordan, quien promedió 30.4 puntos por partido y anotó 40 puntos o más en nueve juegos, incluyendo dos con 50 o más.
Actualmente Warriors tiene al Jugador Más Valioso, Stephen Curry, con un promedio de 30.5 puntos y ya tiene 12 partidos con más de 40 unidades y tres con más de 50.
Los Warriors van esta noche a Dallas; de conseguir un triunfo (como se espera) tendrán marca de 62-6 luego de 68 partidos. Los Bulls, en el año del récord, perdieron en su encuentro 68 y se pusieron 60-8.
Pero la NBA programó tres duelos de Warriors ante su rival más duro, San Antonio en el cierre de temporada. Dos son en Texas, donde los Spurs son indomables.
Además, Kerr ha dicho que es probable que le dé descanso a sus jugadores una vez que amarren el primer puesto en el Oeste. Mientras eso pasa, los Warriors seguirán coqueteándole a la historia.
