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En un momento álgido para el deporte mexicano, el abogado Alfredo Castillo Cervantes tomó de manera oficial las riendas de la Conade.
Poco después de las cuatro de la tarde, el otrora encargado de la Comisión Especial para la seguridad en Michoacán se presentó por primera vez en sus oficinas al sur de la ciudad, donde desde la mañana lo esperaban los medios de comunicación.
A menos de 100 días para el inicio de los Juegos Panamericanos en Toronto, segunda parada del ciclo olímpico, y con la inauguración de la Olimpiada Nacional en puerta, el político tuvo sus primeras reuniones luego de firmar, junto con Jesús Mena, el acta que lo acredita como nuevo titular del organismo gubernamental.
En su primer día de trabajo, Castillo se reunió con la doble medallista olímpica Paola Espinosa, a quien le comunicó que la voz de los atletas será fundamental para un desempeño óptimo porque los deportistas son prioridad del Estado Mexicano.
“En nuestra reunión platicamos mucho y bueno, estoy contenta de tener este acercamiento que hace mucho no se veía. Me hizo saber que cada uno de los deportes le apasionan y eso es lo importante, que tengan la convicción de que podemos llegar a hacer mucho más por México”, dijo Paola.
Mena, al igual que Othón Díaz Valenzuela, ex subdirector de calidad para el deporte, estuvieron desde la mañana en Conade. Con Mena se reunió para el cambio de estafeta, pero Díaz no pudo hablar con él.
Lo mismo sucedió con los representantes de la prensa, quienes esperaron por más de cuatro horas sin obtener ninguna declaración de Castillo.
Entre los temas pendientes por resolver está el pago de la multa de cinco millones de dólares a la FINA luego de declinar la organización del Mundial de Natación de 2017 por falta de recursos.
El abogado también tendrá la tarea de reencaminar el programa “Ponte al 100”, que durante la administración de Jesús Mena no tuvo los resultados deseados.
Castillo Cervantes se convirtió la noche del jueves en el séptimo director general en 26 años de existencia de la Comisión tras el nombramiento por designación presidencial.