daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
FORTALEZA, Brasil.— Un conjuro tan peculiar como valioso es el as bajo la manga con el que los seleccionados mexicanos esperan sanar de la enfermedad que parece tener en agonía al proceso encabezado por José Manuel de la Torre.
Y lo más sui géneris es que ellos no deben tomarlo.
El brebaje es para ese titán que suele atemorizar a casi todos. El Tricolor es de los pocos representativos inmunes al jogo bonito de Brasil... Al menos durante los más recientes años.
Dominio en la última decena de cotejos entre ambos (seis victorias, un empate y tres derrotas) al que apelan para salir con vida del encuentro que se jugará mañana, dentro de la Copa Confederaciones.
“Sí, se le hacen buenos partidos, pero hay que ser inteligentes”, aconseja el volante Gerardo Torrado. “Tienes que hacer un partido diferente, porque son un buen equipo y están en casa... Debemos saber jugar contra todo eso”.
Tal como lo han hecho las distintas Selecciones Nacionales, porque la buena racha ante la Verdeamarelha se extiende a las categorías con límite de edad. Los verdes le superaron en el duelo por la medalla áurea de los Juegos Olímpicos Londres 2012 (2-1) y dentro de la final del Mundial Sub-17 Perú 2005 (3-0).
Simples muestras de que el más legendario de los gigantes la pasa mal si toma el conjuro elaborado con paciencia, aplicación, contundencia, unión y mucho ímpetu, ingredientes de los que hoy carece el equipo del Chepo.
“Debemos mejorar mucho para ganar el juego que sigue. Ojalá que se mantenga la racha”, atina a decir Carlos Salcido. “Lo más importante es corregir todo lo que nos está faltando”.
Para volver a ser ese combinado que provocaba intensas jaquecas a un titán acostumbrado a someter a casi todos sus adversarios.
Disputar partidos oficiales, a nivel absoluto, no modifica el antecedente. El Tricolor ganó seis de los más recientes siete duelos no amistosos al Scratch du Oro, cuya única victoria se presentó en los cuartos de final de la Copa América Perú 2004 (4-0).
Los mexicanos se han impuesto en Copa de Oro, América y Confederaciones. En cotejos oficiales, el pentacampeón del mundo suma 183 minutos sin horadar la portería hoy defendida por José de Jesús Corona.
“Viene otro partido que es importante, contra Brasil. El equipo puede aspirar a ganar tres puntos y ponerse de nuevo en la pelea. Tampoco está perdido todo”, considera Javier Aquino. “Más allá de que nos vaya bien [en los últimos años], éste es un juego diferente. La historia será otra y tenemos todas las ganas de poder sacar adelante el partido”.
Sin importar que sólo tengan menos de tres días para recuperarse del cansancio físico y mental generado en el juego contra Italia, además de un viaje de tres horas desde Río de Janeiro.
“Obviamente hay mucho menos tiempo para recuperarte físicamente, pero la revancha está a la vuelta, es bueno”, considera Torrado. “Hay que ser inteligentes, no volvernos locos y hacer un buen partido”.
“Tenemos muy pocos días, pero somos profesionales, tenemos que adaptarnos a todos los tiempos”, complementa el capitán Francisco Javier Rodríguez, quien es respaldado por Salcido: “Es lo que tenemos. Sólo contamos con tres días para enfrentar a Brasil”.