Santiago de Chile.— Neymar quería pelear. La frustración se le desbordaba al único astro brasileño, quien tiraba cabezazos y encaraba rivales. El habilidoso atacante parecía más peleador de artes marciales mixtas que ‘crack’.
Al jugador del Barcelona se le notaba que quedó asfixiado por la superioridad colombiana de principio a fin. Sí, los cafetaleros se fueron al frente 1-0 y jamás perdieron esa ventaja.
Colombia (3 pts.) resucitó, regresó de las cenizas en las que quedó reducida ante Venezuela. Se sacó la espina de la derrota en su primer partido de la Copa América y dominó al Scratch du Oro (3 pts.). Ese mote, a los brasileños, se les nota más en la historia que en el campo.
Fue un solo gol el que le bastó a la escuadra de José Pékerman para quedarse con esos tres puntos vitales en el Grupo C, que le ponen en el camino de la clasificación a cuartos de final.
Ahora, los colombianos enfrentarán a Perú, en teoría, el rival más débil de su sector. Brasil compromete su pase, porque enfrentará en la última fecha de la ronda de grupos a la Vinotinto, que para nada es un flan.
Los hombres del café se tomaron de alguna manera la revancha de la derrota ante Brasil en cuartos de final del Mundial. Una vez terminado el partido se produjo una trifulca entre jugadores que resultó en la expulsión de Neymar, la gran estrella brasileña, y el colombiano Carlos Bacca.
El gol llegó en el minuto 35. Cuadrado botó desde la derecha del ataque una falta cometida sobre Falcao, la defensa de Brasil no acertó a despejar y la pelota suelta la aprovechó el zaguero Jeison Murillo para hacer explotar el Monumental de Santiago, convertido en reducto colombiano.
El gol afectó mucho a Brasil y envalentonó a Colombia, que empezó a dominar la posesión de la pelota con toques cortos.
Firmino, el hombre más adelantado del Scratch, dispuso en el minuto 56 de la mejor ocasión del partido. Coutinho presionó un mal pase del defensa Murillo al arquero Ospina y robó la pelota, pero Firmino no pudo aprovechar la ocasión con el arco vacío cuando el empate parecía hecho.
A empujones, Brasil lo intentó, pero se quedó atascado. Al talento de Neymar nadie le acompañó ayer, más que el dolor de una derrota ante la fortalecida Colombia.