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Sin referentes también se complica

Juan Carlos Osorio padece las dificultades de formar dos selecciones competitivas para un mismo verano

Foto: IMAGO7
18/07/2017 |05:51
Redacción Querétaro
RedactorVer perfil

En un año y ocho meses que lleva al frente de la Selección Nacional Mexicana como director técnico, el colombiano Juan Carlos Osorio Arbeláez ha convocado a 74 futbolistas, mas esa cantidad ha sido insuficiente para formar dos selecciones de nivel, ya que la que participó en la Copa Confederaciones de Rusia como ésta que lo hace en la Copa Oro de Estados Unidos, han dejado mucho qué desear.

Nombres han ido y venido durante los 31 partidos que ha dirigido Osorio, siendo Héctor Moreno, zaguero central de la Roma de Italia, quien más minutos ha acumulado con mil 921, mientras que 12 jugadores no han visto actividad.

Después de Moreno vienen futbolistas con amplia jerarquía como Héctor Herrera, Miguel Layún, Javier Hernández, Diego Reyes, Guillermo Ochoa, Néstor Araujo, Andrés Guardado, Raúl Jiménez, Hirving Lozano, Jesús Molina y Jesús Dueñas, con quienes se podría formar un 11 de categoría, dejando de lado las famosas rotaciones que han dado al traste con el funcionamiento de un equipo que pocas veces juega y actúa como tal.

“El futbol es de aprendizaje constante”, dice Juan Carlos Osorio, frase que va muy con él, con ese estilo de maestro de universidad melancólico, al que nadie entiende las teorías que le llegan a su mente.

Mas para la Selección Nacional, como dice el refrán, “la letra con sangre entra”, ya que el acoploarse al estilo del cafetero ha traído más dudas que alegrías.

Fuera del boleto a la Copa del Mundo de Rusia, que está a dos partidos de asegurarse, el Tricolor no ha convencido en torneos a nivel internacional. La Copa América fue un mazazo; la Confederaciones un balde de agua fría y la Oro se está convirtiendo de un dulce paseo en un sinuoso camino.

En cuestión de minutos jugados, los convocados por Osorio no están fuera de la realidad, lo incongruente es que pocas veces se les puede ver jugar juntos, debido al sistema que privilegia el descanso en detrimento de una continuidad tan necesaria para que un conjunto de nombres se convierta en un equipo.

En Copa Oro no están los que más minutos tienen en el proceso y eso se ha notado en la cancha y ante rivales de poco peso.