Cinco días después de lanzar una seña obscena a las gradas del estadio Azul, Francisco Jémez fue sancionado por parte de la Comisión Disciplinaria.
Pero el técnico del Cruz Azul no se perderá partido alguno por su acción, sino que pagará una multa de poco más 150 mil pesos.
El castigo, según el organismo impartidor de justicia en el futbol mexicano, fue por “infringir los principios contenidos en el Código de Ética de la FMF, así como la Declaración de Juego Limpio y Ética Deportiva”.
¿Por qué no se le suspendió? La Disciplinaria argumentó que “ la determinación se tomó con base en antecedentes de otros casos similares, en los cuales tampoco se reportó este tipo de incidentes [señas obscenas al público], por el Cuerpo Arbitral o por el Comisario del partido”.
Es decir, el ibérico podrá estar en el banquillo cuando La Máquina enfrente mañana al Atlas en el mismo recinto donde “pintó dedo” contra, según explicó el técnico, un aficionado que insultó a sus hijas menores de edad.
Ayer por la mañana, Eduardo de la Torre, director deportivo de Cruz Azul, evitó hablar acerca del problemático Jémez.
Buscó desesperado la salida por una puerta alterna, luego de estar en un evento patrocinado por una cervecería. Pero no lo logró. Resignado, mejor dejó en claro a los reporteros que lo esperaban que no iba a comentar el tema.
Por ende, quedaron sin respuesta preguntas acerca de si la conducta del estratega europeo corresponde a los valores cruzazulinos o por qué se le ha tolerado que encare a distintos personajes del balompié nacional.
“Muchas gracias, no voy a hablar de los temas que a ustedes [medios] les interesan”, indicó “Yayo”, antes de tomar su vehículo y emprender el escape.