El novillero queretano Brandon Campos ha mostrado una gran entrega y pasión por la fiesta brava, ahora que se encuentra haciendo campaña en España.
Tras una luxación en el brazo izquierdo el pasado 5 de septiembre, Campos reapareció el domingo pasado en Galapagar, localidad de Madrid y cortó un par de orejas, una a cada ejemplar que lidió, a pesar de que no se cumplieron las tres semanas de reposo que el médico recomendó para su recuperación.
Recuperación que por su juventud y deseos de estar dentro de un ruedo, ha sido rápida con la intención de cumplir sus compromisos, ahora que atrajo la atención de los aficionados ibéricos donde ya suma varios festejos en varias e importantes plazas, como Las Ventas, por mencionar alguna.
Su tenacidad, disposición y pasión por la fiesta brava, ha logrado que su nombre continúe en los carteles de importantes festejos novilleriles del país europeo.
Será el próximo 28 de septiembre cuando vuelva a salir al ruedo, esta vez en la plaza de Arnedo, como parte de la XL Edición del Zapato de Oro. Comparte cartel con Juan Ortega y Fernando Rey, lidiando ejemplares de Adolfo Martín.
Además, la Comisión Taurina del Ayuntamiento de Guadarrama, cerró los carteles de su próxima feria novilleril del mes de octubre y Brandon es parte del festejo.
El queretano protagonizará la primera novillada de la feria, el 29 de septiembre, junto a Sebastián Ritter y Víctor Álvarez, con erales de El Jaral de la Mira.
Brandon nació en Querétaro el 4 de marzo de 1994. Debutó como novillero con picadores en Acapulco, Guerrero, el 15 de enero de 2012. Alternó con Juan Pedro Moreno, Nicolás Gutiérrez y Rafael Reynoso con novillos de Gómez Alanís y Claudio Huerta.
En Francia debutó el 15 de abril de 2012, en Garlin. Alternó con Sergio Flores y Rafael Cerro con astados de Valdefresno. En España el 14 de julio de 2012 hizo su debut, en Ávila. Alternó con Gómez del Pilar y Rafael Cerro con novillos de Miranda de Pericalvo.
Ahora, Brandon es una carta fuerte del mundo taurino nacional. A sus 19 años ha forjado una carrera donde ni las cornadas ni las heridas frenan esa pasión que corre por su sangre al vestir el traje de luces, un traje que para él es “un traje para guerreros y hoy en día, a pesar de muchos tropiezos por el camino, no me arrepiento de nada y menos de elegir este camino tan difícil porque a presar que ha pasado tiempo y pocas cosas, la ilusión de querer ser importante en este mundo me mantiene luchando, siempre hacia adelante, dando muchas noches de glorias”, comentó.