BARCELONA.— El Barcelona arrancó ayer su participación en la Liga de Campeones de Europa con un triunfo pírrico ante el modesto APOEL Nicosia (1-0), que sólo cedió ante un gol del central azulgrana Gerard Piqué, a los 28 minutos de la primera parte.
Se presagiaba un encuentro con el APOEL defendiendo y el Barcelona acaparando la posesión. Es lo que ocurrió. Pero pocos esperaban una actuación tan pobre de la delantera del equipo azulgrana, nada inspirada en el ataque, lo que derivó en el gris triunfo culé.
El técnico del Barcelona, Luis Enrique, ofreció una revolución en la alineación. El arquero alemán Marc-André Ter Stegen debutó como titular. Además, la media estuvo compuesta por el joven Sergi Samper, Sergi Roberto y Xavi Hernández y quizá el equipo blaugrana acusó tantos cambios.
Lo que no tuvo cambio fue el tridente ofensivo compuesto por Lionel Messi, Neymar y Munir. Pero todos ellos estuvieron lejos de su mejor forma, pues apenas tuvieron ocasiones para vulnerar el marcador del conjunto chipriota.
El Barcelona tuvo que recurrir al balón parado para marcar su gol, que llegó poco antes de la media hora. No había tenido grandes ocasiones hasta entonces, hasta que Messi puso una falta indirecta sobre el área y ahí apareció Piqué para cabecear a la red, en una jugada muy mal defendida por los visitantes.
No hubo mucho más hasta el descanso y lo mejor fue la gran presión del Barcelona, que le permitió recuperar balones en campo chipriota. Su problema fue que no supo qué hacer con la pelota. Se colapsó ante las dos líneas defensivas planteadas por su rival en las cercanías del área.
La segunda parte no varió. Al contrario, el Barcelona fue acusando el paso de los minutos y el APOEL incluso se permitió dominar en el tramo final del choque y acumular llegadas. Le faltó calidad para crear ocasiones claras de peligro, pero el Camp Nou vivió los últimos minutos con nerviosismo.
De hecho, Ter Stegen tuvo que intervenir en el minuto 91, tras un disparo de Manduca, en lo que fue el único disparo del APOEL entre palos en todo el partido.
El triunfo se quedó en Barcelona, pero no se produjo con la solvencia y brillantez esperada por los locales. Eso sí, la victoria azulgrana cobró mayor valor con el empate 1-1 entre el Ajax de Ámsterdam y el París Saint-Germain en el otro encuentro del Grupo F, lo que le permitió colocarse como líder de la zona, con tres puntos.
Al término del partido, el entrenador del APOEL Nicosia, Giorgos Donis, lamentó que el único gol recibido por su equipo ante el Barcelona haya sido a balón parado, si bien resaltó la “buena actitud” de sus jugadores en el Camp Nou.
“Hicieron un trabajo casi perfecto defensivamente y como consecuencia recibimos pocas ocasiones. Nos hizo daño el gol de Piqué. Podríamos haber recibido otro tipo de gol y me quedo triste que nos marcarán a balón parado”, afirmó en la rueda de prensa posterior al debut de su equipo en esta edición de la Liga de Campeones.
El técnico del equipo chipriota consideró que sus jugadores “podrían haber aprovechado mejor” su ocasión del final del encuentro para haber rescatado el empate.