Se trata de un drama muy extenso, por más que sus protagonistas se empeñen en asegurar que terminará durante el siguiente verano.
La luz al final del túnel está mucho más lejos de lo que piensan los futbolistas del Guadalajara, quienes en varias ocasiones han asegurado que se les deberá juzgar al término del Clausura 2015, cuando se definirá al nuevo integrante de la Liga de Ascenso. El problema es que sus líos en la tabla de cocientes seguirán, por lo menos, un año más... Si no caen al abismo durante el primer semestre del siguiente año.
A falta de una jornada en el Apertura 2014, las Chivas sólo tienen un punto de ventaja sobre el Puebla y la Universidad de Guadalajara en la tabla de cocientes. Una derrota ante el Morelia, combinada con triunfos de los Camoteros sobre el Santos Laguna y los Leones Negros contra el Cruz Azul, las colocará en el sótano de la macabra clasificación, sitio al que deberán acostumbrarse, si no mejoran considerablemente en el próximo torneo.
Más allá de que evada el descenso en el actual ciclo, el Rebaño Sagrado continuará con graves problemas de descenso, producto de los dos terroríficos años vividos.
Si en este momento arrancara el Apertura 2015, los tapatíos sólo estarían encima del recién ascendido en la tabla de cocientes. Tendrían 46 puntos, a cinco del Veracruz, seis del Puebla, 11 de los Pumas y 12 del Morelia, diferencias considerables en la batalla por no perder la categoría.
La suma sería producto de las 12 unidades obtenidas en el Apertura 2013, 21 en el Clausura 2014 y 13 en el actual torneo, por lo que es vital el choque del viernes contra los Monarcas, quienes serían uno de sus rivales directos en la lucha por no ir a la Liga de Ascenso.
El Clausura 2015, además de los campeonatos que integrarán el ciclo 2015-16, completarán los seis que se toman en cuenta cada año para definir qué equipo desciende.
Mientras los rojiblancos sufrirán, el América encabezaría esa tabla, con 93 unidades, más del doble de las que tendría su rival por naturaleza. Los 15 que le sacaría el Atlas, ubicado en el puesto 12, ya lucirían casi imposibles de remontar en un año futbolístico.
Oscura realidad de un gigante empequeñecido, para el que disputar la fase final y ser candidato a dar la vuelta olímpica pasó de ser una obligación o costumbre a una simple utopía.
El equipo hoy dirigido por José Manuel de la Torre acumula cuatro certámenes consecutivos sin clasificar a la ‘Fiesta Grande’ del futbol mexicano, la racha más larga en su historia, mas el problema es que ni siquiera se ha quedado cerca de meterse en todos.
Después de ingresar como octavo en el Apertura 2012, del que fue eliminado por el Toluca en cuartos de final (2-5 global), el Guadalajara sólo peleó por un sitio durante el primer semestre del actual año.
Llegó a la última jornada con la necesidad de vencer al Monterrey para volver a meterse en el último sitio de la Liguilla. Cayó por la mínima diferencia. Aquel certamen, el Clausura 2014, finalizó en el sitio 15, pero a sólo dos unidades de zona de clasificación.
Concluyó antepenúltimo el Apertura 2013, a 13 unidades de los Tigres, quienes entraron en el octavo sitio. Actualmente está en el puesto 17, a nueve puntos de los sitios de fase final.
Razones por las que el drama será prolongado, más allá de que los futbolistas rojiblancos digan que terminará en el verano de 2015. La paz que la historia de las Chivas demanda está demasiado lejos.