Con el auto volteado y fuera de la competencia. Así fue el adiós de la leyenda más grande que el rallismo mundial haya visto. El galo Sebastian Loeb decidió retirarse del Mundial de Rally en Francia. Pero un derrape lo dejó fuera de la carrera, en un colofón indeseado para el nueves veces campeón mundial.
“Obviamente inicie con la intención de presionar para tratar de ganar el rally. Hubiera preferido llegar hasta la meta y, si era posible, ganar, pero esto es parte de la competencia. Es una lástima para el equipo y para los aficionados que esperaban verme en la meta”, dijo Loeb, momentos después de su incidente en la ciudad francesa de Alsace, en una de las imágenes que marcaron al automovilismo este año.
Sebastian es el piloto más laureado a nivel mundial del deporte motor. Monopolizó el Campeonato Mundial WRC de 2004 a 2012. A bordo de su inseparable Citroën se convirtió en un nato para los terrenos polvosos y siempre impredecibles en diversas latitudes del planeta.
Después de 14 años de participación en el máximo nivel de rallies, Loeb consiguió nueve campeonatos (2004 a 2012), 78 victorias, 116 podios y sus ganancias en su carrera se estima en 45 millones de dólares.
Para este 2013 anunció que podría fin a su carrera de rallista ante los suyos y lo cumplió.