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Sabe que asumir la dirección técnica del América le envuelve automática e involuntariamente en la polémica, por lo que Antonio Mohamed se esmera en fulminar las suspicacias desatadas por su regreso a México.
Hace medio año, el sudamericano dejó a los Xoloitzcuintles de Tijuana. La directiva fronteriza argumentó que El Turco extrañaba a su familia, por lo que volvería a Argentina para dirigir a Huracán, club de la Segunda División. No desmiente la versión, aunque realiza algunas precisiones.
“Terminé mi contrato en Tijuana, el 30 de junio. Se acabó y me fui, quería estar con mi familia, porque me encontraba muy lejos”, manifiesta el nuevo entrenador de las Águilas. “Estuve dos años fuera y ahora seis meses con ellos (esposa e hijos). Terminé de trabajar en Argentina y se da la posibilidad de venir al América”.
“Cuando me fui de Tijuana, tenía el compromiso de que ellos contaban con la prioridad para volver y, al dejar de trabajar en Argentina, les comuniqué que volvería a México. Me dieron total libertad para contratarme con quien quisiera, porque están diciendo que no tuve la palabra de cumplir con ellos”.
Discurso argumentado con una plática entre él y Jorgealberto Hank, hombre fuerte de la cúpula bajacaliforniana. Antonio asegura que externó su disposición de volver al banquillo de los Xolos, pero el club tenía otros planes.
“El presidente del Tijuana sabe muy bien cómo fueron las cosas y ellos decidieron que era muy pronto para volver”, sentencia, con tono serio. “La gente del América me habló y enseguida acepté el reto de venir”.
“Con respecto de la familia, va a venir este fin de semana y seguramente se quedará dos o tres meses. Después, estaremos yendo y viniendo. Los niños están grandes. Por ahí, si me los ponen en las fuerzas básicas del América, son mexicanos y pueden jugar aquí. Si consiguen novia, se quedan, porque ahora le tiran a eso más que a cualquier otra cosa”.
Admirador de Herrera
Llega al América para suplir a un hombre que conoce bastante bien, con el que le unen lazos más sólidos que el de haber sido compañeros en los Toros Neza durante la segunda mitad de la década de los 90. El Turco recuerda que hasta fue su futbolista.
“Ante todo, Miguel es un amigo. Hemos compartido concentraciones, viajes. Es más, en su primer partido como técnico, fui su jugador, titular, con Atlante”.
