Guadalajara .— Se abrazan como si hubieran ganado más que tres puntos. Probablemente así es. El triunfo sabe a vida. Atrás ha quedado el susto de un gol anulado en tiempo de compensación en medio de la polémica. Chivas levanta los brazos. Una victoria de oro, tras superar a Pumas por 2-1, en el Estadio Omnilife.
El Guadalajara llega a su casa en medio de un marco que pocas veces se ve en este inmueble, inaugurado en 2010. Un mosaico en la tribuna oriente explica en buena medida el momento del Rebaño Sagrado. “Juntos vs. Todo”, se lee. La directiva ha hecho lo suyo. La afición también. Faltan los jugadores.
El parado táctico de José Manuel de la Torre es idéntico que en la derrota de la primera fecha. Pero cambia nombres. El más importante, el arquero: Luis Ernesto Michel, después de mucho tiempo, recibe la titularidad, en lugar del joven José Antonio Rodríguez.
Minuto 17. Es Marco Fabián quien, con la redonda en los pies, levanta la mirada. Decide rápido. Está lejos del arco. Alfredo Saldívar está ligeramente adelantado. El jugador del Guadalajara patea de pierna derecha. Al ángulo. El vuelo del arquero adorna una estampa por demás futbolera. Golazo, al 17’, que enciende la tribuna del estadio Omnilife, repleta con 43 mil aficionados.
Cerca del final de la primera parte, Isaac Brizuela controla en las afueras del área. Su centro es templado al corazón del área.
El intento de remate por parte de Omar Bravo no se concreta. Pero peina lo suficiente para que la redonda continúe su viaje hacia segundo poste, donde Ángel Reyna aparece sin marca. Mide y define como viene. Potente zurdazo. Estremece las redes, al 40’. Gol del Rebaño.
Reyna celebra eufórico. Es apenas la primera anotación con el Guadalajara desde su llegada el torneo pasado. Y rompe también la sequía que cargaba desde el 21 de septiembre de 2013 cuando, jugando para Veracruz, le marcó al Atlas, de penalti.
Pero en la segunda parte, Chivas se complica un partido que parecía ya sólo necesitar el trámite de 45 minutos. Sin embargo dos pifias de Luis Ernesto Michel meten nerviosismo al Rebaño. Primero, suelta una pelota que alcanza a ser punteada, pero Jair Pereira salva en la línea, al 77’ y cuatro minutos más tarde, el arquero rojiblanco falla en la salida a despejar un tiro de esquina.
Precisamente de ahí, nace el servicio al área donde el silbante Roberto García Orozco determina una polémica falta que marca como penalti. Eduardo Herrera cobra potente para el gol de Pumas (83’).
Nervios en el cierre del partido, a pesar de que la UNAM se queda con 10 hombres al 87’, cuando David Cabrera recibe su segunda amarilla tras una barrida en medio campo. Polémica para finalizar el encuentro. En tiempo de compensación. Un largo balonazo es alcanzado por Darío Verón, quien empuja la redonda con la cabeza a las redes. El asistente Marcos Quintero levanta la bandera. Se anula el empate por fuera de lugar y Chivas se salva.
Tras el silbatazo final, explota el Omnilife. Los jugadores rojiblancos se abrazan. Hay fiesta en la cancha del Guadalajara. Así se celebra cuando el descenso acecha. Y parece que el Rebaño Sagrado por fin lo entendió.