“No tengo nada personal con nadie, como Edgardo Codesal puedo asegurar que no le deseo mal a nadie, habrá que preguntarle a la demás gente, qué tienen ellos contra mí”.
Y es que, sin lugar a dudas, el doctor Codesal es un personaje polémico. Desde que era árbitro, pasando por la presidencia de la Comisión de Arbitraje y ahora en la dirección técnica de ésta, siempre ha dado de que hablar y más ahora con la agresión que sufrió de parte de Fidel Kuri, presidente de Veracruz.
—¿Lo que sucedió es lo peor que le ha pasado?
“Ojalá que no se repita... veremos que hay que hacer”.
—¿Algunas personas lo culpan por haberse sentado tan cerca del señor Fidel Kuri?
“Bueno, ese es el lugar que designan los equipos. Es algo que tiene que cambiar”.
Codesal trata de escapar de un escándalo que él no propició, “esto es futbol, todo lo propició la calentura del partido, no es propicio hablar más”, dijo tratando de acabar con el tema, un tema que ya traspasó los dimes y diretes y está anclado en la burocracia administrativa.
Pero aún hay más, y es que jornada tras jornada, las críticas contra los trabajos arbitrales se agrandan, tanto de los clubes como de los ex árbitros que ahora comentan para diferentes medios de comunicación, y que tienen al doctor, como punto central para la crítica seca y a veces severa.
—¿Los ataques son contra el arbitraje o contra Edgardo Codesal?
“En algunas ocasiones son personales para mí. Así las tomo. Hay gente que quiere estar en este lugar también, y utiliza el recurso de la crítica para tratar de decir que deberían estar. Es parte de, y me obliga a ser mejor. No le tengo temor a la crítica y bienvenida sea siempre, estaremos atentos para sobreponernos a todo eso”.
Feroz crítico del sistema arbitral ha sido el ahora ex árbitro Marco Antonio Rodríguez, quien ha acusado de forma directa a Codesal de formar una camarilla a su alrededor, beneficiando sólo a ciertos silbantes, a sus favoritos.
En respuesta, el director de los silbantes le pidió a ‘Chiquimarco’, memoria: “Le preguntaría que cuando él conmigo arbitraba finales y todo, si era de mis consentidos. Si cuando él era árbitro, se sentía consentido o no. Es una situación personal que tiene conmigo este señor. La verdad me sorprende, no le creía de ese nivel”.
Además, Rodríguez acusó de que el trabajo que se hace con los silbantes es retrógrado.
“Decir que se trabaja como en los años 90 es una falacia, y la verdad que lejos de lo cristiano que se puede ser [Marco Rodríguez es pastor de esa religión], pues... la verdad es que cuando se es cristiano de verdad, se apoya al prójimo y se pone la otra mejilla para recibir, así que aquí está mi otra mejilla, cuando quiera y con mucho gusto”, finalizó el doctor, siempre envuelto en la polémica, siempre en el ojo del huracán.