En la Liguilla se gana con goles, eso es claro. Pero no recibirlo también es muy importante.

Una auténtica muralla de cemento, cemento sólido, en eso se ha convertido la zaga de Cruz Azul.

Desde abril a la fecha, la defensa de los cementeros ha recibido sólo cinco goles en ocho partidos, o sea al equipo dirigido por Memo Vázquez le anotan un gol cada 144 minutos, tiene que pasar partido y medio para que celebren a sus costillas.

José de Jesús Corona, en la portería; Gerardo Flores por la derecha, Luis Amaranto Perea y Jaír Pereira en la defensa central y Julio César Domínguez por la izquierda, han logrado armar un grupo muy homogéneo.

Bajo los tres palos

Corona es el último reducto defensivo. Si todos fallan ahí está Chuy para resolver el problema: “Hay que saber defenderse, hay que saber aguantar en todo momento. El equipo ha logrado gran solidez defensiva”, comenta.

Corona se hizo presente con importantes atajadas en el juego ante Santos, “sí, tuvimos la fortuna de estar en el momento exacto. Fue difícil, el rival nos echó para atrás, pero no aceptar gol habla muy bien, no sólo de los defensas, sino de todo el equipo, hay que recordar que la defensa comienza desde el delantero”.

Por la derecha

Gerardo Flores se ha convertido en el dueño de la lateral derecha. Su nivel ha mejorado, tanto que ahora hasta convocado está a la Selección.

“Es un buen momento, no sólo individual, sino colectivo, todos estamos en un gran nivel”, dice el lateral.

Por el centro

En el centro de le defensa está el dominio. Luis Amaranto Perea, el veterano y el “joven” Jaír Pereira, aquel que debutó en su último “hervor”, a los 25 años de edad.

“Defendemos muy bien, pero lo mejor de todo es que somos solidarios, pues el defender es problema de todos”, asegura Perea.

Pero hacerlo cuesta, por lo que Jaír sale de cada partido con buenos recuerditos de los contrarios. Del juego ante Santos se llevó un golpe en el pómulo y un gran rasguño en el cuello: “Traigo algunas cortesía del rival, inflamado por acá [señala su cara] y con un recuerdito por otro lado [y enseña el cuello]; bueno, así son las cosas del futbol. Cada cicatriz vale, mientras sea para ganar”.

Y por la izquierda

Finalmente se encuentra el derecho que juga por la izquierda, Julio César Domínguez. El Cata, quien tomó ese apodo en honor a Daniel Díaz, ex central de La Máquina, no está incómodo jugando a perfil cambiado: “El equipo lo requiere y aquí estoy”, dice el nacido en Chiapas.

Todos ellos forman la zaga de Cruz Azul. Una verdadera muralla de cemento que se apunta para buscar hoy el pase a la final.

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