daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
FORTALEZA, Brasil.— Sonríe cuanto puede, se esfuerza al máximo. José Manuel de la Torre intenta ponerle buen semblante a sus horas más bajas como director técnico nacional, esas en las que su representativo acusa carencia de fe en sí mismo.
El diagnóstico es contundente y lapidario. El Chepo asegura que los pobres resultados en lo que va del año (una victoria, ocho igualadas y un revés) se deben a que el Tricolor no tiene el autoestima que presumió durante los dos primeros años de su proceso.
“Más que nervioso, es falto de confianza… Y es peor todavía, porque cuando vas a entrar a una competencia sientes ansiedad, ese nerviosismo”, recuerda. “Cuando te falta la confianza para ejecutar las cosas, ahí sí cuesta un poco más retomarlo, sobre todo, porque sentimos que hemos estado bajos en el nivel; lo que vemos es obvio. Tenemos que retomarlo, recapacitar, pero siempre está en nosotros poderlo hacer”.
“Ellos [los jugadores] están claros que contra Italia dejamos de hacer algunas cosas. Lo que se había planteado en un inicio estaba funcionando y, de repente se dejó de hacer, lo que explica la molestia. Sentíamos que podíamos para más. Ahora se presta para hacerlo con Brasil y realizar nuestro futbol como lo practicábamos anteriormente”.
Serio, se resiste a afirmar si lo primero que falló fue la confianza o el bajón futbolístico, porque “una viene con la otra”. De lo que sí está seguro es que esa frustración provocó que Carlos Salcido sentenciara que el equipo mostró “miedo de tener el balón” contra la Squadra Azzurra.
Enésimo expediente al que da carpetazo. Asevera que no existe polémica, mucho menos enojo por lo que declaró el lateral izquierdo.
“Desde luego que está molesto todo el grupo, más que nada por el resultado. Por supuesto que [Salcido] no lo dijo con el sentido estricto de tener miedo, sino de atreverse a hacer las cosas, ser agresivo en la recuperación y ofensiva”, aclara. “Hubo momentos en los que tuvimos la pelota, y lo hicimos muy bien, otros en los que pudimos tenerla… Y ahí es donde el equipo no se atrevió a ser más agresivo para ir al frente”.
“En ese sentido fue que lo dijo. Por supuesto que no fue una palabra adecuada para ese instante, pero es así y se acabó. No tenemos malos entendidos ni mucho menos”.
Ya es suficiente con vivir el momento de mayor tensión como DT.
Acostumbrado a los éxitos como timonel del Guadalajara, el Toluca y el Tricolor, De la Torre acepta el reto de solucionar la crisis que vive el representativo nacional, siempre y cuando, los futbolistas también aporten.
“Es el son que nos tocó bailar ahora… Y hay que hacerlo. Debemos adaptarnos a eso y sacarlo lo antes posible”, sentencia. “Es algo que, a lo mejor, no nos había tocado en todo el proceso: tener esos resultados, con muchas adversidades, en una competición muy importante [Copa Confederaciones], con grandes rivales, pero también es el momento oportuno para sacar la casta y saber de qué estamos hechos”.
Sobre todo, porque la relevancia del actual certamen no se compara a la del camino rumbo al Mundial, en el que el margen de error se ha agotado.
El partido de esta noche ante la verdeamarelha será el sexto del combinado mexicano en 20 días. Además de la escasez de confianza, también hay cansancio físico.
“Por supuesto que llevan un desgaste fuerte, porque además algunos jugadores no entraron a la Liguilla, otros sí, otros llegaron hasta la final”, subraya. “Todo eso causa un desgaste, aparte del entorno… Es complicado. Por eso, resarcir todas las cosas no es tan fácil, pero está en nosotros”.
“Esto es para saber de qué está hecho el grupo y cómo vamos a responder, porque todavía se vienen tiempos más complicados en una eliminatoria mundialista”.
A la que espera llegar, por más que viva sus horas más bajas al frente de la Selección Mexicana. Eso explica que sonría cuando puede. Mantiene la ilusión de que volverán los tiempos de bonanza.