Mario Trejo tenía razón. No posee el traje de mago, ni tiene la varita mágica para que Pumas vuelva a ganar. El técnico felino Antonio Torres Servín, tampoco.

Ayer quedó demotrado, luego de que Universidad (tres puntos) empató 1-1 con el León (10 unidades) en CU y sumar 10 partidos oficiales sin ganar, una “decena trágica” para la estirpe que presume el conjunto auriazul.

“Nos deja mal sabor de boca [la igualada], porque ya queremos ganar, nuestra afición ya merece un triunfo, pero por el otro lado, hubo mejoría y ojalá que este sea el punto de partida”, anheló el estratega puma.

El camino parecía librarse de obstáculos, malas vibras y maldiciones con la salida de Alberto García Aspe de la vicepresidencia deportiva del club del Pedregal. El regreso de Trejo suponía una especie de exorcismo que haría que Pumas volviera a sumar de tres puntos.

Un penalti convertido por Ariel Nahuelpán (7’) acrecentó esa esperanza del renacer en la afición felina. Fue el primer grito de gol en el Apertura 2013 en el estadio Olímpico y el último en los 90 minutos del duelo de ayer. Pero toda sensación de un porvenir mejor desapareció pronto por la palpable superioridad esmeralda.

La Fiera apretó, se volcó con toques de un equipo más trabajado, en mejor momento, con un plantel más poderoso que el de los capitalinos. Por el lado izquierdo de la zaga auriazul comenzó el camino hacia la paridad.

El ingreso de Eisner Loboa por el amonestado Ignacio González fue la piedra angular para que León enloqueciera a la de por sí frágil defensa auriazul.

Tras un desborde sobre Fernando Espinosa, el colombiano mandó un centro raso en el que Marco Palacios “cerró la pinza” y “traicionar” a su hermano, Alejandro. El 1-1 estaba presente en el marcador, al 27’.

León, cómodo, sonriente y punzante tuvo las mejores oportunidades y los Pumas apelaron a su suerte.

En un disparo, Edwin Hernández hizo que el balón pegara en los dos postes y hacia afuera. Más tarde, Carlos Peña envió a un lado un remate a quemarropa. Los Panzas Verdes terminaron por dejar ir el triunfo ante los Pumas que acusan todavía la resaca de la era García Aspe.

Pumas se salvó de la derrota, pero no libra el acumular 10 partidos sin poder ganar (dos de cuartos de final en el torneo pasado, que se suman a los seis del Apertura 2013 y un par del actual certamen copero). Tampoco evitó que su tribuna gritara —otra vez— “Fuera Servín”, técnico que tiene a los auriazules penúltimo del torneo.

Toca trabajar, como lo advirtió Mario Trejo, porque no tiene la varita mágica que haga triunfar a Universidad por arte de magia.

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