MADRID.— El Atlético de Madrid celebró su regreso a la Liga de Campeones con una victoria de 3-1 ante el Zenit de San Petersburgo, lo que llevó el delirio al estadio Vicente Calderón.
Así, el entrenador rojiblanco, Diego Simeone, también disfrutó de su debut en la máxima competición continental. Y lo hizo con la pasión y entrega que transmite el juego de su equipo.
El estadio Vicente Calderón presentó un aspecto magnífico en el regreso del equipo rojiblanco a la Liga de Campeones, después de tres años sin transitar por la élite continental. Y lo hizo para llevarse una enorme alegría de un equipo que convirtió la victoria en hábito, en su gran inicio de temporada.
Una espectacular atajada de Thibaut Courtois bajo los palos rojiblancos fue el preludio del gol visitante. Lo anotó Hulk, a los 58 minutos, con un espectacular disparo desde fuera del área.
Y el Zenit pudo adelantarse a los 62 minutos con un lanzamiento de falta de Kherzakov que se estrelló en el palo. Fue una jugada decisiva, porque dos minutos más tarde, el Atlético de Madrid recuperó la ventaja.
Fue una jugada de enorme fortuna, con múltiples rechaces. En el último, un defensa ruso intentó despejar, el balón se estrelló en la pierna de Arda Turan y entró en el arco visitante.
El gol dio calma al Atlético de Madrid, que se juntó de nuevo y cerró su frente defensivo. Además, el Zenit comenzó a dejar huecos y el conjunto rojiblanco lo aprovechó para sumar llegadas.
La sentencia llegó a 10 minutos del final. El brasileño Leo Baptistao, recién entrado en el campo, remató con clase dentro del área para marcar su primer gol con la camiseta rojiblanca.
Este tanto fue definitivo y el estadio Vicente Calderón celebró el primer triunfo de su equipo en el regreso a la Liga de Campeones, que confirmó el excepcional comienzo de temporada del equipo de Simeone. El Atlético de Madrid está convirtiendo la victoria en algo rutinario.