Se les juntó el hambre y las ganas de comer. Dos clásicos se le vienen a Chivas, contra sus dos acérrimos rivales. El local, frente al Atlas y el nacional, contra el América.
Matías Almeyda, técnico de las Chivas, toma las cosas con calma, no puede pensar en el dos sin pasar por el uno, o sea que primero se enfonca en los Rojinegros y después lo hará con las Águilas.
“Debemos de pensar en Atlas, es un juego de vida o muerte, el que pierda queda fuera, así que mi mente debe de estar puesta en el partido que viene y ya después hablaremos de lo que nos espera el fin de semana. Lo que sí es que este rival [en la Copa] tiene grandes jugadores y un gran técnico, así que deberemos de enfrentarlo con toda seriedad”, comentó el argentino, que contra los Zorros tiene una marca positiva de cuatro triunfos, por un empate y una derrota, tanto en juegos de Liga como de Copa.
Para este partido, el estratega afirmó que seguirá con el plan de darle cabida a la gente joven, aunque también echará mano de “jugadores” de experiencia como Orbelín Pineda, a quien quiere “recuperar”, pues en este inicio de torneo no ha mostrado su mejor nivel futbolístico.
Asimismo descartó que Alan Pulido regrese para este encuentro y que Chivas sufra por su ausencia. “Pulido siempre ha sido importante, pero hubo una época, siete partidos, en los que no podía convertir... También es cierto que cada vez que entra a la cancha, el rival necesita otro tipo de concentración; pero esto nos dio la oportunidad de encontrar a un goleador como [José] Godínez al que llevaremos de a poco”.
Almeyda, a dos años de su estancia en el Guadalajara, recordó sus inicios, “esos partidos en los que jugábamos metidos atrás y apenas ganábamos 2-1... creo que fueron marcadores así”.
Aceptó que si hubiera seguido bajo esa línea, “mi futuro como técnico de Guadalajara hubiera sido muy corto. No dejaba nada al futbol dejando todos atrás. Cuando llegué dije que no traía una varita mágica, y los chicos fueron los que ganaron esos partidos”.
Pero dos años después, afirmaque: “Chivas hoy tiene un estilo, sabe a qué juega y cuando lo hace mal se nota, pero cuando juega bien también se destaca”.