América ha ganado los tres Clásicos, contra los Pumas, el Cruz Azul y ahora ante el Guadalajara.
Pero el juego no fue sencillo. Miguel Herrera reconoce que Chivas fue mejor que las Águilas, la mayor parte del partido.
Pero al final “pusimos lo que se debe poner y ganamos”.
“Nos dejan muchas cosas que corregir, no jugamos bien, pero estos juegos hay que ganarlos. Apaludo la entrega de los muchachos, Chivas es el campeón, ellos fueron mejores 60 minutos, pero al final fuimos certeros. Parecía que estabamos dormidos, no ligábamos dos pases y ellos tenían un buen sacrificio”.
Acepta el Piojo que tuvo que hablar fuerte, muy fuerte para que su equipo reaccionara. “Hablamos fuerte en el medio tiempo; jalamos a gente de la banda para que pasaran indicaciones. Lo bueno es que tenemos excelentes futbolistas y cuando se ponen a jugar, aparece el buen equipo y el triunfo”.
Las Águilas se acercan al líder Monterrey, pero el técnico asegura... “no me obsesiona el liderato, pero si se puede obtener, qué bueno. Si se dan los puntos para ser el líder, adelante, pero no obsesiona”.
Oribe Peralta ha marcado en los tres Clásicos, lo que lo convierte en el verdugo de los “grandes”, y como siempre, en el líder azulcrema.
“Estamos bien metidos, consciente de lo que queremos. Esto es sólo un paso más hacia la clasificación, y el gol es gracias a mis compañeros”, dice humilde, desmarcándose del elogio ganado.
Sobre el juego mencionó: “Fue complicado porque ellos [Guadalajara] tienen mucha movilidad, dinámica, eso nos complicó el juego. Cuando nos fuimos abajo en el marcador supimos manejar la pelota, no nos desesperamos, no caímos en el juego de ellos, nos hicimos de la pelota y dimos la vuelta”.
Por su parte, Matías Almeyda, director técnico del Guadalajara, reconoció que el torneo de Liga terminó para las Chivas, que entregó la corona. “El equipo despertó muy tarde, sin chace para entrar a la Liguilla. Esta es la enseñanza más grande de mi carrera como técnico. Nos queda la Copa, e iremos por ella”.
Reconoció sus fallas, “yo planifiqué un proyecto durante dos años, después me costó el mantener el éxito. La autocrítica que hago es que no he sabido cómo seguir siendo exitoso y esa enseñanza nos queda a todos. Hoy el ganar no iba a cambiar nada, pero se debía ganar por nuestra gente. Hoy hay que aguantar”.