SAN FRANCISCO.— El ex receptor de los 49ers de San Francisco, Dwight Clark, quien fue co-conspirador en la famosa jugada conocida como “La atrapada” dijo que ver que se cierran para siempre las puertas del Candlestick Park lo deja con sentimientos encontrados.
Clark tuvo una espectacular recepción de touchdown a pase de Joe Montana en los minutos finales del Juego de Campeonato de la NFC en 1981, con el que comenzó una dinastía de éxitos de los 49ers, que ganaron cinco Super Bowls, coronas divisionales anuales y protagonizaron momentos dorados.
Muchos de esos momentos serán recordados el próximo lunes por la noche, cuando los 49ers reciban a los Halcones de Atlanta en el último partido de temporada regular en ese recinto.
“Ha sido un poco raro”, dijo Clark en una teleconferencia. “Es el último encuentro en el Candlestick. Todo lo que yo conocí fue ese estadio, así que será agridulce para mí. Me da un poco de coraje que los 49ers ya no van a jugar en el campo donde se ganaron muchos Super Bowls. Pero el nuevo lugar [Levi Stadium] va a ser maravilloso”.
La atrapada de Clark será homenajeada como la jugada más grande en los 53 años de historia del estadio. El ex jugador planea sentarse en las diagonales donde descolgó el pase de Montana.
Clark dijo que sigue amando hablar de la jugada y que a diario alguien se lo recuerda. Agregó que algunas veces ha diagramado la jugada cuando firma un autógrafo, una idea que le fue sugerida por el ex entrenador Bill Walsh, quien así le dedicó una litografía de la jugada.
Hace siete años Clark estaba firmando una tarjeta en Nueva Jersey cuando vio a un chico en silla de ruedas y vestido con ropa de 49ers.
“Quería hacer algo especial para él”, recordó Clark, quien en ese momento recordó el detalle de Walsh y diagramó la jugada y la firmó con su nombre. Al ver el gesto, los demás aficionados formados le pidieron hacer lo mismo.
Los recuerdos de Clark en el Candlestick no son todos gratos.
Ayer recordó haber hecho una buena recepción a pase de Montana en el partido final de la temporada de 1982 ante los Carneros que puso a los 49ers en rango de gol de campo. Un acierto habría puesto a San Francisco en la postemporada que fue recortada por la huelga, pero la patada fue bloqueada. Además de recordar sus momentos de gloria, Clark habló de la instalación en sí.
“Era un basurero”, recordó Clark. “Pero era nuestro, así que nosotros podíamos hablar mal, pero no dejábamos que nadie más lo hiciera”.
A no ser que ocurra algo inesperado en los Playoffs, el del lunes será el último encuentro en el legendario escenario.