El juego de juegos en la capital, será la Final. Cruz Azul cumplió con los pronósticos, finiquitó la eliminatoria y jugará la gran Final de Clausura 2013 nada menos que contra su gran rival: el América, en lo que será la tercera ocasión en que estos dos clubes se enfrenten en esta instancia. La primera en el torneo de Liga 1971-72, el cual fue para los Cementeros, y la segunda en el torneo de Liga 1988-89, en la cual las Águilas tomaron revancha.

La Máquina llega a su quinta final de Liga, desde la última que ganó hace 15 años, que fue la del Invierno de 1997.

Cruz Azul, además de todo, va por el doblete en este semestre, ya que ganó el título del torneo de Copa.

Cruz Azul venció 2-1 a Santos, con dos goles de Javier Orozco, para, con un global de 5-1, clasificar a la gran Final.

De por sí el juego era ya de trámite, con los tres goles de ventaja, cuando Javier Orozco fusiló a Oswaldo apenas al inicio del juego y la aseveración se hizo más fuerte. El gol, es verdad, no cambiaba la necesidad de Santos, aún requería de cuatro goles, pero el golpe anímico sí lo resintió.

Los Laguneros de inmediato se desordenaron, comenzaron a dejar muchos espacios y a atacar más por amor propio que por propio sistema. No dejaron de inquietar. Cejas mandó un disparo al poste, Salinas hizo volar a Corona, pero quien tenía la onza de su lado era La Máquina.

Espacio largo para Pablo Barrera, quien centró con gran libertad para el remate con el brazo, pegado al cuerpo, del Chuletita (24’). Gol válido.

La respuesta de la visita fue frustrarse, emplear la violencia como método para dar salida a la impotencia. La consecuencia fueron nada menos que cinco tarjetas amarillas.

Lo único bueno que sacó Santos de la primera mitad fue el gol de Andrés Rentería (34’) que otra vez ponía el número 4 como hazaña para la escuadra lagunera.

Por amor propio los laguneros no dejaron de pelear, pero la mente no estaba conectada con el cuerpo. Y los rijosos que terminaron el primer tiempo, les pasó factura para el segundo.

Primero, Carlos Darwin metió el balón a la portería con la mano: segunda amarilla y expulsión (51’); enseguida, Felipe Baloy le dio un empellón a Orozco y otra roja, cortesía de Marco Rodríguez, fue mostrada de inmediato.

El intento de reacción de Santos fue apagado por ellos mismos. El juego que empezó como trámite, ya sólo de trámite fue. Memo Vázquez comenzó a sacar a sus figuras, para cuidarlos con vistas a la gran final. Primero el capitán Torrado, advertido con una amarilla; después el renacido Barrera; y al final, el ídolo Christian Giménez.

Cruz Azul, contra nueve jugadores santistas no quiso aprovecharse, sobrellevó el juego, y aunque buscó el gol, explotando los extremos, ni Teo Gutiérrez ni El Chuletita tuvieron la contundencia, y al final perdió a Alejandro Vela por expulsión.

Así, cuatro años después dela última de Liga, Cruz Azul se netió y va por el título que le falta. Y qué mejor rival, que más odiado; qué mejor escenario que donde se hizo grande, el Azteca; que mejor momento para por fin, vencer todos los monstruos y fantasmas arrastrados.

El estadio Azul cantó de alegría... Vuelven a creer en su equipo y están en la final.

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