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La edad ha alcanzado al boxeador mochiteco Fernando Kochulito Montiel (49-4-2, 37KO), y aunque salga vencedor este sábado en su duelo ante el filipino Jaderes Padua (8-2-1, 5KO), si su cuerpo no le responde como lo desea, tomará la decisión de colgar los guantes.
“Inclusive ganando esta pelea del sábado, podría ser mi retiro. Ya mi cuerpo no me sienta igual. Aunque gane la pelea, posiblemente piense que ya no soy el mismo. Para serte sincero, no me he sentido como yo quisiera en las últimas peleas”, reconoce El Kochulito vía telefónica.
El campeón del mundo en tres divisiones distintas enfrentará a Padua en Ixtapa Zihuatanejo este sábado, en donde disputará un cinturón internacional supergallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y con la intención de calar si sus puños aún tienen energía para algunas peleas más.
Desde que perdió ante el tapatío Víctor Vikingo Terrazas en noviembre de 2011, Fernando Montiel reconoce que no se ha sentido como en antaño. Por ello, para esta pelea hizo cambios en su equipo de trabajo y la manera de prepararse.
“Una vez dijo Albert Einstein que las personas que quieren hacer cosas diferentes tienen que ser diferentes, al igual que sus acciones. No puedo hacer las cosas iguales para lograr cosas diferentes. Por eso decidí incluir un preparador físico a mi equipo de trabajo para esta pelea y me he sentido muy bien”, detalla.
Aunque el filipino Padua parece un rival a modo para recobrar su confianza en busca de una corona más, Montiel no baja la guardia.
“Parece [fácil enfrentar a Padua], pero las apariencias engañan también. No me puedo confiar con eso. No he visto la manera en cómo entrena, el hambre que presente. Su apetito de sobresalir es fundamental, pues es una oportunidad para él que de aprovecharla sería muy grande para su carrera”, reflexiona.
El Kochulito recuerda que alguna vez se enfrentó a un rival con 40 peleas ganadas de experiencia cuando él apenas tenía 11 y que, aún así, lo venció por su ímpetu de hacerse de un lugar en el boxeo.
A sus 34 años, Montiel todavía sueña con ceñirse un cuarto fajín mundial en diferente división. Aunque también reconoce que las cosas entre los supergallo no le han salido como lo tenía previsto.
“No se me han dado las cosas como he querido en esta división. Por eso hice algunos cambios en mi equipo. Espero que me sirva y tengo mucha confianza del trabajo que hice para mi pelea de este sábado y pensar en un campeonato en esta división”, resalta el pugilista.
Sobre el hecho de enfrentarse a un filipino, resalta que con esa nación hay cuentas pendientes, pues no olvida que fue un pugilista de ese país, Nonito Donaire, quien le rompió una racha de 12 peleas sin perder.
“Tengo toda la intención de ganar y toda la intención de tapar algunas bocas. Estoy concentrado, estoy consciente de lo que puede pasar arriba del ring, pero tengo una cuenta pendiente con Filipinas. Ya no veo quién me la hizo, sino quién me la va a pagar”, amenaza El Kochulito, dispuesto a salir con el puño en alto.