Moscú.- ¿Cuántas personas se necesitan para hacer un taco al pastor en Rusia?
Ocho en total: Siete rusos y un mexicano que les explique.
Esas son las curiosidades o las cuestiones curiosas que tienen que pasar los encargados de la cocina dentro del proyecto de "Una probadita de México", que se ha encargado de acercar la cultura mexicana a los rusos durante la Copa del Mundo.
Porque aunque el lenguaje de la cocina es universal, las costumbres, los idiomas y las ideologías no lo son, y ante todo esto se ha tenido que enfrentar tanto Gina Rangel, coordinadora del evento, como Jéssica Molina, líder del proyecto de gastronomía.
A los rusos se les ofrecen tacos dorados, tacos al pastor, elotes, todo lo que se pudo traer de México o todo lo que se pudo conseguir en tierras rusas para sustituir el sabor de una tierra que estaá a miles de kilómetros de distancia.
Gina explica... "los rusos adoran la comida mexicana, también las tradiciones, la respuesta ha sido muy buena a toda esta exposición, y no le hacen feo al chile".
No han llorado, no se han quejado, muy valientes ellos, aunque... "la verdad es que no la hacemos tan picosa para que la disfruten, sus expresiones a veces son muy chistosas, pero la han aguantado, van muy bien".
El problema es que no es salsa, salsa hecha con chiles mexicanos, "no, no los hemos encontrado aquí, así que los hemos sustituido con chiles asiáticos, algunos de Marruecos que nos han funcionado de maravilla".
Además de los tacos dorados y al pastor, con todo y su piñita, se venden elotes, arroz con leche, aguas de sabores, de todo, para que México no se extrañe a los paisanos que andan en tierras rusas, y para que los extranjeros saben qué se pierden por el simple hecho de no ser mexicanos.
Pero no todo es tan sencillo como se ve. Hay costumbres contra los que los organizadores han tenido que luchar, obstáculos a superar, confusiones a corregir
Jéssica Molina, la chef líder del proyecto de gastronomía, comenta que los problemas han sido bastantes, comenzando con la comunicación: "El problema es que los ayudantes dela cocina no son todos rusos de esta zona, hay gente de Kazajistán, or decir un ejemplo, o de otros sectores del país, y sus lenguas no son las mismas, por eso algunos conceptos unos los entienden de una manera, otros de otra".
Y para muestra... "los primeros días fueron complicados. Teníamos la carne al pastor lista y en la receta se les puso que le pusieran 10 gramos de orégano, pues ellos entendieron que le debían de poner diez kilos y nos llenaron la carne... Todos estábamos como locos sacando el orégano con una cuchara, todos apurados y no se diga cuando le echaron todo el achiote a otra carne... Nos quedamos sin achiote un buen tiempo".
Además está el tema, de ciertas normas de salubridad, "algo que ellos también las tienes, pero las entienden de otras formas. En algunas ocasiones llegaban en chanclas a cocinar, y pues no... somos muy estrictos con estas cuestiones, así que los tuvimos que regresar... Hoy parece que ya está todo mejor entendido".
Finalmente pero no menos importante, está la cuestión del machismo, que no es exclusivo de México, sino también en Rusia, "cuando se dieron cuenta de que yo, una mujer, era la líder, que iban a seguir mis instrucciones no lo creyeron... Hasta ahora en algunas ocasiones los vemos renuentes, pero ahí la llevamos, todo está marchando como lo tenemos planeado".
Por eso la pregunta: ¿Cuántas personas se necesitan para hacer un taco al pastor en Rusia?
Ocho en total: Siete rusos y un mexicano que les explique.
Para que no le echen todo el orégano encima.