La vida continúa retando a Leo Santa Cruz arriba y abajo del ring. A sus 27 años y cuando su energía debería estar concentrada casi en su totalidad en el gimnasio para buscar defender por segunda ocasión su corona superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo, una enfermedad agresiva es protagonista de nueva cuenta en su familia.

El irlandés Carl Frampton es su próximo rival el 30 de julio en Brooklyn, New York. Pero a quien los Santa Cruz de verdad quieren vencer es al cáncer de médula ósea que padece el patriarca, don José, el hombre de sombrero vaquero y botas de piel de víbora que le calzó los guantes por primera vez a Leo y lo ha entrenado los últimos 15 años, sin ninguna herencia de boxeo.

José Santa Cruz no acompaña a su hijo en esta aventura. Su día transcurre en hospitales en los que es sometido a biopsias y múltiples rondas de quimioterapia. Leo, como desde niño, va al gimnasio, tira golpes, pero rara vez escucha los gritos de su padre. Continúa con el compromiso que representa Frampton, porque quiere llenar de orgullo a su padre, pero es innegable que aunque su cuerpo está listo para 12 rounds, su mente lo lleva al pasado, cuando en 2014 a su hermano Roberto le diagnosticaron lupus.

“Mi padre me dijo que no iba a permitir que el cáncer lo venciera, que iba a pelear igual que yo arriba de un ring y que aunque estuviera golpeado como yo, al final ganaría la pelea”, declaró Santa Cruz, triple campeón mundial.

Para el boxeo y su rival, como siempre lo ha hecho, Santa Cruz sólo tiene elogios. Quiere conquistar fanáticos del este de Estados Unidos en su primera pelea en Nueva York.

“Mi objetivo es hacer una buena pelea, que a los aficionados que no me conocen les guste mi estilo y en un futuro me sigan”, externó el monarca de las 126 libras.

“Frampton es un gran boxeador, es estrella en Gran Bretaña. Una victoria sobre él me pondría en el siguiente nivel”.

Mientras Leo espera conocer si su padre podrá hacer el viaje o no a la Gran Manzana, el pugilista mexicano pronostica que, a pesar de las adversidades, noqueará al irlandés.

“Siempre son guerras las peleas entre mexicanos y británicos, los dos tenemos pegada, pero creo que yo ganaré antes de tiempo”.

Porque lo que quiere Leo es terminar lo antes posible para ir abrazar a su papá.

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